Sabina anuncia 'Hola y adiós', su gira de despedida

Iker Cortés

Madrid

Jueves, 4 de julio 2024 | Actualizado 05/07/2024 11:14h.

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Joaquín Sabina (Úbeda, 1949) dirá por última vez aquello de 'Hola y adiós'. Con uno de los versos de la eterna '19 días y 500 noches' ha titulado el cantautor la que será su gira de despedida que, aún sin fechas concretas, comenzará en febrero de 2025 en América. Para entonces, el de Jaen habrá cumplido ya 76 primaveras.

Durante once semanas, el artista recorrerá México, Estados Unidos, Costa Rica, Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Argentina y tras una breve pausa la gira seguirá su rumbo a España y el resto de Europa, hasta su adiós definitivo en el mes de noviembre. Las fechas, ciudades y venta de entradas se darán a conocer a lo largo del mes de julio para América y en septiembre para España.

La sentida y poética nota de prensa con la que se ha anunciado este adiós asegura que en su última y reciente cita con el público, ante más de 700.000 personas en casi sesenta conciertos por una docena de países a ambos lados del charco, ofreció la «más rotunda gira» de su carrera pese al vértigo inicial. 'Contra todo pronóstico' fue la primera en la que prescindió de Pancho Varona, el guitarrista y fiel escudero que hasta entonces lo había acompañado en 40 giras, compositor junto a Sabina de un centenar de canciones y productor de quince de sus discos, pero también supuso el triunfal regreso a los escenarios tras su caída desde las tablas del WiZink Center de Madrid, en febrero de 2020, por la que pasó cuatro días en la UCI y tuvo que ser operado por un hematoma intracraneal. «Al calor de esas mieles y por la llana cortesía de no abandonar la fiesta sin despedirse, Joaquín Sabina ha decidido subir de nuevo a los escenarios para saludar por última vez antes de bajar el telón. Una gira donde decirnos, donde decirse, hola y adiós», señala el comunicado.

En él, se asegura que tras este 'Hola y adiós' «ya no habrá más periplos interminables por recintos multitudinarios», pero también se deja la puerta abierta a algún que otro recital esporádico: «Se guarda en la manga el as de reaparecer a placer, sea porque las musas le susurren poemas o canciones que merezca la pena compartir, o porque le piquen las ganas de subirse a cualquier entarimado para darse, darnos, un homenaje».

Los conciertos de esta gira serán «un último nocaut emocional» de más de dos horas de duración con una veintena larga de temas. 'Hola y adiós' será la despedida multitudinaria «de una garganta que, sin destilar, rezuma impía e impúdica verdad; de un bombín que es sinónimo de golfería dandi y pícara caballerosidad; de una icónica silueta perfilada con humo de cigarrillo y whisky sin soda». Si bien, aclara el comunicado, seguirá escribiendo historias y canciones, pues del oficio de poeta «no piensa jubilarse». Pese a que, como dejaba caer en 'Sintiéndolo mucho', el documental en el que Fernando León de Aranoa le seguía durante trece años por los camerinos de medio mundo, es consciente de que jamás volverá a escribir temas como los que sus seguidores corean. «No creo que vaya a mejorar canciones como 'Contigo', 'Y sin embargo' o 'Yo me bajo en Atocha'. No lo creo», decía.

Con la vuelta al ruedo de Sabina, se cierra un círculo que abarca medio siglo desde sus primeras apariciones públicas hasta su presencia en escenarios míticos de todo el planeta: el Royal Albert Hall de Londres, el Luna Park y La Bombonera de Buenos Aires, el Olympia de París, el Palau Sant Jordi de Barcelona, el Auditorio Nacional y el Zócalo de Ciudad de México, el Madison Square Garden de Nueva York, el WiZink y Las Ventas de Madrid… Y siempre con ese bombín que es un guiño por partida doble: al cine mudo de Charlot y a los siete años que pasó en Londres, autoexiliado. El año que viene lo lucirá por última vez, antes de bajar el telón para siempre.