Secciones
Servicios
Destacamos
Lourdes Gómez
Corresponsal en Londres
Jueves, 14 de septiembre 2023, 01:26
«Fuerte, brillante, atrevida, dramática, rebelde, imaginativa, espontánea» son «buenas palabras para describir» a Amy Winehouse, que la icónica artista anotó de adolescente en un cuaderno de espiral. El listado forma parte del legado personal de diarios y manuscritos que dejó en su casa de ... Londres, donde murió por intoxicación de alcohol en julio de 2011. Este jueves 14 hubiera cumplido 40 años, mientras su rastro sigue vivo en Camden Town, el popular barrio donde compuso sus grandes éxitos y sucumbió a la adicción y el furioso acoso de los tabloides.
«Los recuerdos más entrañables que guardo son de veladas en su piso. Amy era muy divertida en privado. Contaba chistes, se relajaba cantando canciones y en las fiestas le daba cien vueltas bebiendo a cualquier marinero», recuerda Deanne Jade Bierman frente a un grafiti de la compositora e intérprete de 'Back to Black', el disco de 2006 que amasó cinco premios Grammys y del que se vendieron quince de ejemplares. «La gente piensa que se pasaba el día tomando drogas, pero no fue así. Hubo muchas risas y mucho cariño en su vida».
Delgada, con la piel tatuada, pronunciado maquillaje de ojos y un moño recogido al estilo 'beehive', la también cantante, bailarina y actriz proyecta una versión madura de Amy Winehouse, a quien reconoce como sobrina segunda. Ambas son de herencia judía. «Mi madre es prima de su padre. La comunidad judía la repudió cuando se casó con un negro que no profesaba la fe. Se apartó de la familia y al principio no sabíamos que éramos parientes», rememora. Se conocieron en The Good Mixer, pub clave en la evolución del pop británico, como documentan fotografías, caricaturas y otros recuerdos que cuelgan de las paredes.
El legendario garito de Camden aporta el contexto de 'Love is a Losing Game'. Este tema del segundo álbum alude a la frustrante y tempestuosa relación que se gestó en torno a la mesa de billar del Good Mixer entre Winehouse y Blake Fielder-Civil, que se hizo añicos en 2009 tras dos años de matrimonio.
Bierman planea conmemorar el cumpleaños en el Jazz After Dark, el club del Soho donde Amy debutó en una improvisada actuación, con 16 años. Quizá repita la versión de 'Rehab' que dedicó a su desaparecida 'alter ego' en 2016, aunque ahora centra su trabajo artístico en el repertorio de Dolly Parton. «Me van mejor las notas altas de Dolly, cantar como Amy es demasiado fácil», sonríe antes de revelar que se tiñó la melena rubia ante el revuelo que causaba en Camden Town debido a su estrecho parecido físico y estilístico con la trágica e influyente artista.
«Amy Winehouse, icono», reza la placa del londinense 'Music Walk of Fame´ (Paseo musical de la fama). Se instaló en 2020, junto a la estación de metro de Camden Town, en la acera que conduce hasta el mercadillo. En los reformados establos comerciales, asoma una estatua a tamaño real de la joven cantante, con expresión seria, minifalda de vuelo y tacones de aguja. Los turistas guardan a menudo cola junto al bronce para hacerse selfis o posar junto a la autora de 'Frank', el rompedor debú discográfico de 2003.
El Hawley Arms se incluía en la ronda de poteo de la cantante, que conserva numerosos recuerdos de su famosa clienta. Un enorme retrato realista de Amy cubre los ladrillos del muro trasero del mítico pub y, en la calle anterior del mismo nombre, artistas de grafiti han dejado constancia de la 'hija rebelde' del barrio del norte de Londres. Bierman destaca el respeto que la influyente creadora sentía por su madre, Janice Seaton, y las costumbres judías de la familia, pero reconoce que no atendía las directrices de nadie ni pedía consejos a los mayores.
El mismo sentimiento se transmite en 'Amy Winehouse: In her Words' (En sus palabras), libro recién editado en inglés que recoge un sinfín de listas de ideas e inspiraciones, estrofas de poemas y canciones, extractos de diarios, dibujos e informes escolares, fotografías e imágenes de su efímera trayectoria. Los beneficios se destinan a la fundación que montaron sus padres en ayuda de menores y veinteañeros adictos.
«Feliz cumpleaños», clama una postal sujeta a un árbol de Camden Square. Amy desapareció para siempre, con 27 años, en la villa que acababa de renovar en esta tranquila plaza londinense. Al inicio de la acera se ubica el Centro Irlandés de Londres, que este jueves recuerda a su «legendaria vecina» con la proyección del documental 'Amy Winehouse: The Day She Came To Dingle' sobre el histórico recital en acústica que dio de 'Back to Black' en la pequeña iglesia de Saint James, en la remota costa de Irlanda, una noche tormentosa de diciembre de 2006.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.