Mira, madre, los cantantes

Fueron solo unos minutos de radio, ocho canciones, pero qué de emociones. El programa, todo un clásico con 25 años en antena lleva emitidos 110 de esos 'conciertos tesoro', «auténticas joyas y rarezas musicales grabadas a lo largo de décadas en los estudios de RNE», como explica su director, el jarrero José Miguel López.

La primera parte estuvo dedicada a otro mito de la canción de autor, o de autores: La Mandrágora, el célebre trío formado por Joaquín Sabina, Javier Krahe y Alberto Pérez. Sonaron seis de los temas que aparecen en el disco en directo de 1981 y, como siempre, fue divertido oír sus mordaces interpretaciones tan populares.

En la segunda parte, el programa se puso más serio y se remontó tres años para rescatar al grupo riojano, con el que Sabina compartió escenarios tanto en Europa como al regresar ambos a España tras morir Franco. Era el nexo entre los dos tríos. Quizás en otros lugares resultó un descubrimiento retrospectivo. En La Rioja, en cambio, volver a escuchar a Carmen Jesús e Iñaki en RNE fue una inyección de emociones.

Su historia es una historia hermosa y triste. Primero fueron el dúo formado por Jesús Vicente Aguirre y Carmen Medrano, y en Alemania se les sumó Iñaki Ramos, hijo de emigrantes. En 1976 volvieron a España y en 1977 grabaron su disco 'De lunes a sábado'. Canción social y política en otra época de poesía necesaria. Por delante se abría aquel futuro esperanzador al que cantaban.

No hace mucho, José Miguel López descubrió en los archivos de la radio una grabación posterior al disco realizada el 18 de julio de 1978 en el Estudio 2 de RNE en Madrid. Ayer ofreció ocho de sus diez canciones: 'Para ir a Roma', 'No te canses compañero', 'El labriego y el señor', 'De lunes a sábado', 'Balada de San Asensio', 'La vida es una fiesta', 'Mi pueblo dormido' y, por supuesto, 'La Rioja existe'. Letras poéticas y combativas de Julián Rezola, de Honorio Cadarso, de Fernando Martínez y del propio Jesús. Poetas y amigos.

Sin el acompañamiento del grupo Malasaña, tan brillante en el elepé, ellos tres solos, guitarras, flauta y voz, adquieren una hermosa sencillez donde resaltan la canción, el verso y la palabra... Y la voz, la voz única de Carmen, que parece regresar de otro mundo.

Ella murió en 1979, apenas un año después. «La historia es la que es», musita Jesús, todavía emocionado. Y aun hoy la voz de Carmen sigue llegando al alma. Este lunes volvió a sonar en muchas, como cuando juntos cantaban de pueblo en pueblo, aunque tuvieran que dormir en la prisión de Haro.