El heavy clásico de Scorpions se mezcló con la brutalidad sonora de Soziedad Alkohólika

La primera jornada del RockLand Art Fest de Santo Domingo de La Calzada comenzó con el rock and roll elegante del grupo riojano Vuelo 505 a las 18,30 horas. En 2023 publicó su tercer trabajo 'Nada es tan urgente' hace un año. Con un sonido muy nítido, una puesta en escena sencilla y unos temas efectivos, sus cuatro integrantes ofrecieron un concierto elegante ante la gente que comenzaba a llegar al recinto deportivo de Santo Domingo de La Calzada. En la parte final los dos guitarristas bajaron a la zona del público para sorpresa de los presentes.

La siguiente banda fue Crawlers, de Liverpool, que sorprendió por su intensidad sonora en el escenario, mostrando una faceta más dura de los temas que en las grabaciones de los mismos. Por momentos, este cuarteto de tres chicas (cantante, guitarrista y bajista) y un chico (batería) mezclaban intensidad con partes más pausadas, con tiempos marcados 'RockLand, ¿sabéis moveros? ¿sabéis saltar?' gritaba en inglés su cantante para mover al personal. Terminaron con el tema que les catapultó 'Come over (again)' de manera sublime.

A continuación, la brutalidad de los vascos Soziedad Alkohólika (S.A.) se hizo notar desde la primera nota hasta la última con un espectáculo que no dio tregua, en el que ofrecieron temas de su nuevo disco 'Confrontación' (2024) como 'Colapso final' y 'Control de masas' junto a otros habituales de su repertorio que el público coreó como 'Perra vida', 'Tiempos oscuros', 'Ratas', 'S.H.A.K.T.A.L.E.' que el cantante dedicó al político Alvise Pérez ('en tu puta cara voy a vomitar' forma parte de la letra de este tema), 'Piedra contra tijera' para terminar con toda la intensidad de 'Nos vimos en Berlín'. Las luces rojas (como la portada de 'Confrontación'), las llamaradas, una interpretación instrumental metódica y la fiereza vocal (quizá le faltó al sonido algo de claridad vocal, por poner un pero), con unas canciones que no dejan respiro, resumen su actuación.

Después del thrash, hardcore y metal rabioso de S.A. y del cambio de escenario, llegó la hora de Scorpions, los más esperados por varias generaciones que acudieron este viernes al RockLand, incluso familias con niños que pudieron ver de primera mano a una de las leyendas del heavy metal internacional. En esta gira que recorre varias ciudades de España, la banda alemana celebra los 40 años de su disco 'Love at First Sting', que interpretó casi al completo. 'Rock and roll forever' ponía en la espalda del chaleco que vestía su cantante, Klaus Meine y eso representa Scorpions con la banda sonora eterna que ha creado durante su larga trayectoria. Klaus y los guitarristas Matthias Jabs y Rudolf Schenker son los miembros históricos del grupo. Su formación actual se completa con el bajista Pawel Maciwoda y el que fuera batería de Motorhead, Mikkey Dee quien protagonizó un solo que dejó boquiabierto al público.

La puesta en escena, la iluminación nítida del escenario, las proyecciones en la pantalla del fondo y la interactuación con las miles de personas que disfrutaron del espectáculo fueron constantes.

Scorpions ha sabido adaptar su propuesta a su edad sin desmerecer el espectáculo. No nos vamos a engañar, el vocalista tiene 76 años, la misma cifra que cumplirá Rudolf en agosto y ante una gira con tantas fechas acumuladas y en países distintos, deben reservarse físicamente.

Los alemanes no se salieron del guion de esta gira. Comenzaron con 'Coming Home' y finalizaron con todo el mundo cantando 'Big City Nights'. Entre medias no faltaron 'The Zoo', 'I'm Leaving You', 'The Same Thrill' (comentaron que no la tocaban cuando publicaron el disco, pero que es muy enérgica) y las míticas baladas 'Send Me An Angel' y 'Wind of Change'. Poco tardaron en regresar al escenario para ofrecer dos clásicos que dejaron más que satisfechos a sus seguidores: 'Still Loving You' y 'Rock You Like a Hurricane'. No escatimaron en lanzar baquetas y púas que muchos guardarán como un recuerdo único de una banda que continúa alargando su carrera para deleite de los amantes del heavy metal.

La retirada de los elementos del escenario de Scorpions se alargó y la última banda, Dead Posey comenzó con retraso y esto supuso acortar su participación. La gente estaba de retirada y el desconocimiento de la música de este grupo americano no ayudó a crear un ambiente adecuado, a pesar de que su cantante, Danyell Souza, no paró de interactuar con el púbico, se tiró por el suelo, cantó reptando, bajó al foso e incluso se dejó llevar en volandas por la ola de manos de los que estaban frente al escenario. En formato de trío (cantante, guitarrista y batería) mostraron un sonido potente, entre el rock y el metal con otros elementos de diferentes estilos. Dead Posey mereció una mejor atención y reconocimiento.

Nada más terminar, al otro lado del recinto, comenzó a sonar la música de la sesión del dj César Gallard, mientras se vaciaba la zona.

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