George Benjamin, en un concierto. Fundación BBVA

George Benjamin, premio Fronteras del Conocimiento «por modernizar el lenguaje operístico»

Es autor de cuatro óperas junto al dramaturgo Martin Crimp que «conmueven al público del siglo XXI», destaca el jurado

Jueves, 4 de abril 2024, 11:34

'Fantasía' una película de Disney, es el origen de la carrera musical de George Benjamin (Londres, 1940). De familia melómana, escuchaba el pop de los años 60 junto a su hermana hasta que vio ese musical de dibujos animados en el que sonaban obras ... de Bach, Chaikovski, Stravinsky y Schubert, entre otros. «Me quedé paralizado y me convertí, casi como si se tratara de una conversión religiosa, en un solo día. Y no solo me volví intolerante hacia cualquier otra música, sino casi hacia cualquier otra cosa en el mundo. Esa música me parecía mucho más hermosa, maravillosa, emocionante y profunda que todo lo que había conocido hasta entonces. Así que me convertí en un fanático musical, me temo. Como pueden serlo los niños. Y no estoy tan seguro de que sea un error», reconoce el inglés, galardonado este año con el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en la categoría de Música y Ópera por «por modernizar el lenguaje operístico».

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El maestro británico es, como otros grandes de la música, un talento precoz. Empezó a estudiar a los siete años y solo dos después, con nueve, compuso su primera obra. En aquellos tiempos de estudiante recibió clases particulares de composición y piano en su Londres natal. Su mentor fue el director alemán Peter Gellhorn. Ya en 1976 le llevó a realizar una audición ante Olivier Messiaen, uno de los compositores más importantes del siglo XX. «Es el músico más importante desde Mozart», dijo de él el maestro francés. Los elogios son mutuos. «Tuvo una inmensa influencia. Además de ser un gran compositor, era una persona dulce, amable, generosa y maravillosa. Aprendí mucho de él, en términos de técnica como de modelo de artista, pero también su forma de vivir y de amar la música. Era contagiosa. Bastaba con verle tocar un acorde de Debussy o de su propia música para aprender más de lo que aprenderías en mil horas con alguien que no estuviera a su nivel», recuerda el británico.

Pese a ello, su trayectoria musical le ha alejado de Messianen, «que es lo que él querría como profesor». Radicado en París, uno de los grandes hitos de su carrera musical fue su pieza orquestal 'Ringed by the Flat Horizon' (1980), que fue interpretada en los prestigiosos Proms de Londres - un ciclo de conciertos que tienen lugar entre mediados de julio y mediados de septiembre en la capital inglesa- por la BBC Symphony Orchestra y bajo la batuta de Sir Mark Elder. Lo logró con solo veinte años, un hito no superado hasta la fecha. Solo dos después, Sir Simon Rattle dirigió a la London Sinfonietta en el estreno mundial de su pieza de cámara 'At First Light' (1982).

El sueño de componer óperas

Benjamin se acercó más adelante a la creación más vanguardista y exploró instrumentos inusuales como los teclados microtonales. Y sobre todo abordó uno de los sueños que tenía desde que escuchaba música con su hermana en su infancia: la ópera. No fue hasta 2003, cuando se encontró con el dramaturgo Martin Crimp. Con él compuso cuatro óperas: 'Into the Little Hill' (2006), 'Written on Skin' (2009-12), 'Lessons in Love and Violence' (2015-17) y 'Picture a day like this' (2023). «Proponen nuevas estructuras narrativas y mantienen una dramaturgia que conecta y conmueve al público del siglo XXI», describe el jurado de los premios.

Sus obras están ambientadas en periodos históricos pero con fuertes referencias contemporáneas. «La ópera impacta y provoca una profunda resonancia en las cosas que son importantes para nuestro mundo. Nos enfrentamos a grandes retos, casi aterradores, pero la música puede llegar al corazón de la gente de un modo diferente a cualquier otra cosa. Lo que me guía es componer algo que quizás permanezca y abra un pensamiento nuevo y significativo» asegura Benjamin, de quien el juzgado de los premios asegura que es capaz de conectar con el público «con un lenguaje musical muy personal y reconocible, sin renunciar a una factura rigurosa y detallista en todos los aspectos compositivos».

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Su conexión con España

Los lazos de Benjamin con profundos. «Es un país que me encanta, he estado muchas veces y en muchas regiones diferentes. Mi primera experiencia profesional allí fue en Barcelona, donde alguien que ha seguido siendo un amigo muy querido y un fiel defensor de mi música, Josep Pons -actual director musical del Gran Teatre del Liceu de Barcelona-, me invitó a dirigir la Orquesta de Cámara del Teatro Lliure de Barcelona. También me invitó a dirigir la Orquesta Ciudad de Granada, y eso me dio la emocionante oportunidad de ver el que quizá sea el lugar más hermoso de Europa, que es la Alhambra. He estado dos o tres veces desde entonces. Sigue siendo para mí una joya absoluta de la Corona de nuestro continente». En su obra para orquesta y coro 'Dream of the Song' (2014-2015) hay poemas de García Lorca así como de la poesía hebrea del siglo XI de Andalucía «de una modernidad y belleza extraordinarias».

Como director de orquesta, el repertorio de George Benjamin incluye desde Mozart y Schumann hasta Knussen y Abrahamsen y ha llevado a cabo el estreno mundial de numerosas obras, incluyendo piezas de Wolfgang Rihm, Unsuk Chin, Gérard Grisey y György Ligeti. Desde 2001 desempeña la Cátedra de Composición Henry Purcell en King's College London. Benjamin sucede en el palmarés de los premios a su compatriota Thomas Adès. Una de sus obras sonará en el concierto de gala en homenaje a los premiados el proximo 19 de junio en Bilbao.

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