La esencial gramática sonora de Arvo Pärt, premio Fundación BBVA

Pärt es el creador del 'tintinnabuli', una nueva gramática sonora que prescinde de lo accesorio se apoya en el elemento vocal. Un lenguaje que ha desarrollado hasta hoy en una obra con un gran peso de la palabra, por lo general sobre la base de textos litúrgicos o plegarias.

Pärt recibió «muy feliz y agradecido» este galardón procedente de país al que se siente muy vinculado. No en vano, escribió 'Da pacem domine' (Te damos gracias, señor), dos días después de los atentados del 11-M de 2004 en Madrid, una plegaria coral de seis minutos que el compositor dedicó a los 192 fallecidos. Sus piezas suenan además en un sinfín de películas de directores como Paolo Sorrentino, Víctor Erice y David Trueba. Dos álbumes del compositor estonio han obtenido sendos premios Grammy.

El régimen soviético lo condenó y prohibió su obra, considerada peligrosa por su espíritu innovador y por hacerse eco de una visión espiritual y sensible capaz de resonar con la audiencia. Detenido en el aeropuerto de Moscú, se le tildó de «traidor a la patria» y Pärt se exilió en Viena y Berlín. Pudo regresar a Estonia en 2010 y fundar, junto a su mujer Nora, el Centro Arvo Pärt que mantiene su archivo y es lugar de encuentro para músicos, investigadores y amantes de la música.

El jurado que lo premió destacó su «nueva aproximación a la música espiritual, especialmente coral, que reduce el material sonoro a lo esencial». Elogió unos trabajos «extraordinarios», resultado de su «profunda exploración del vocabulario modernista», según destacó el presidente del jurado, Paul Hillier, director artístico del danés Theatre of Voices.

Nacido en 1935 en Paide, cuatro años antes de que Estonia se sometiera a URSS, Pärt estudió piano, flauta, oboe y percusión antes de formarse en la composición. Se graduó en 1963, con Sinfonía No.1, mientras trabajaba como ingeniero de sonido en la radio estatal.

Su música destacó pronto por el personal uso de la técnica del collage en piezas como 'Credo' (1968), un punto de inflexión en su obra y en su vida y crucial en su catálogo como las composiciones orquestales 'Nekrolog' o 'Perpetuum mobile'. Retornó luego a los orígenes mediante el estudio de la música vocal cristiana, el canto gregoriano, la escuela de Nôtre Dame y la polifonía renacentista.

n 1976, con una pequeña pieza para piano, 'Für Alina', Pärt halla su propia voz. El nacimiento de ese nuevo lenguaje cuajó en algunas de sus obras más interpretadas: 'Cantus in Memory of Benjamin Britten', 'Fratres', 'Summa' y sobre todo 'Tabula rasa', que le abrió las puertas a un amplio reconocimiento internacional.

«Su nuevo uso de la tonalidad es incluso una nueva clase de tonalidad, que explica por qué su mundo sonoro suena antiguo y moderno al mismo tiempo», asegura Mauro Bucarelli, secretario de la Academia Nacional de Santa Cecilia y miembro del jurado.

Víctor García de Gomar, director artístico del Liceo de Barcelona y secretario del jurado, asegura que es la invención de su innovadora gramática sonora «lo hace inconfundible». «Presenta células repetitivas de una cierta contención, acordes que se superponen uno encima del otro, de modo que cada cambio es casi un milagro, son sutiles, pero modifican su color de modo que cambia todo el sentido de lo que se estaba construyendo» explica.