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Después de la música, trabajadores del festival de Glastonbury, en Somerset, Inglaterra, limpian el recinto. Henry Nicholls
El blues de la pandemia

El blues de la pandemia

El apagón musical deja en la cuneta a cerca de 300.000 técnicos, montadores y músicos. Son la legión de trabajadores, muchos de ellos fantasma y sin derecho a ayudas, que encendía la mecha de 850 festivales al año

Domingo, 7 de junio 2020, 09:15

Si el Covid-19 no hubiera irrumpido en escena para poner el mundo patas arriba, legiones enteras de técnicos de sonido, iluminadores, operarios de carga y descarga, instaladores, electricistas, 'backliners' (músicos encargados de afinar los instrumentos), camareros, carpinteros, transportistas, empleados de seguridad, conductores, y ... así hasta una treintena de gremios diferentes, estarían en ruta por España echando humo. Para estas fechas, ya habrían levantado y desmontado el Viña Rock, en Albacete, o el Tomavistas, en León, y el monstruoso Primavera Sound, con sus diecisiete escenarios y sus 220.000 parroquianos, rugiría estos días a todo voltaje en la Ciudad Condal. Pero lo único que suena allí y en el resto de localizaciones, salas, pabellones multiusos y plazas públicas es el silencio doliente que azota los páramos.

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