Rosario: «Mi familia me sigue inspirando»

«No me arrepiento de nada y no me puedo quejar de nada», explica Rosario, que presentó su disco ayer en Madrid rodeada de músicos como Antonio Carmona, actrices como Rossy de Palma y Bibi Andersen y en general, gente de la cultura y de la farándula. «Me hubiera gustado aprender a tocar el piano o haber cantado con algunos artistas que ya no están entre nosotros, pero de lo esencial no me falta nada. Estoy muy orgullosa de mí y de mi vida; muy contenta con mis dos hijos. Nunca he hecho daño a nadie y quiero ser cada vez mejor persona», reflexiona Rosario, que en sus nuevas canciones incide en su lado espiritual y reflexivo, una faceta que queda resaltada en el primer sencillo, con el mismo nombre que el disco, Gloria a ti. «Venero estar viva y pido que nos quedemos quietos y respiremos aire y luz blanca. Yo siento mucho mi alma y sé que tengo muchos ángeles ahí arriba que me cuidan y que me llevan de la mano para que vaya por el buen camino», asevera.

El recuerdo a sus seres más cercanos salpica todos los trabajos de Rosario, pero en este se hace incluso más visible. «Nunca podré renegar de mi familia. Si soy artista, es por la sangre que llevo, la sangre que me dieron mi padre y mi madre, que eran dos bombas, una explosión de arte. Ellos me siguen inspirando», relata la cantante, que también mantiene en el recuerdo a su hermano Antonio, con quien, gracias a la tecnología, une su voz en un tema del nuevo álbum, Hace tiempo.

«La gente joven tiene que escuchar su obra y aquí está su hermana para que la escuchen», proclama la hija pequeña de Lola Flores. En Hace tiempo, recupera una canción que Antonio grabó en una cinta de casete y que ahora fusiona con ella misma. «Ha cantado conmigo como si estuviera aquí y para mí ha sido un poco shock, porque hacía veintitantos años que no oía su voz con la mía», rememora, sin poder reprimir la emoción.

Nuevas ventanas

Dice Rosario que en este disco ha abierto nuevas ventanas. Y eso se percibe en las compañías que ha buscado. En Madrid se ha encontrado con Leiva, que ha compuesto para ella la balada roquera Y qué le importa a nadie; en Miami ha hallado a Descemer Bueno, el autor del Bailando de Enrique Iglesias, que le ha preparado Por un beso tuyo; en Jerez de la Frontera se ha topado con Tomasito, para Ay mamasota; y Antonio Carmona, Maite Pizarro y Manolo Tena también sobrevuelan el disco.

En las canciones y, sobre todo, en el directo, Rosario mantiene la energía que la hizo irrumpir como un ciclón en el panorama musical español de los años noventa. Pero ¿qué queda ahora de la artista que arrasaba con Mi gato? «Queda todo», contesta rotunda. «Quedan mi rabia, mi ímpetu, mis ganas. Sigo teniendo las mismas ganas de marcha. Pero a la vez, soy más madurita y estoy más serena», subraya. Y es que, pese a la crisis de la industria discográfica, el estilo con el que logró hacerse un nombre propio, el gipsy pop, no ha pasado de moda. «Aunque a veces cambio de registro para hacer colaboraciones con otros cantantes, siempre he sido muy fiel a mi estilo y de hecho, este trabajo es el más puro posible. Estoy cansada de tantas producciones. Quería cantar solo con una guitarra y unas manos», afirma. Eso sí, ha dejado colarse a un violinista. «Cuando quieres hacer un álbum sentido, profundo, el violín es un instrumento muy necesario porque es capaz de rasgarte el alma», culmina.