La arpista Sara Águeda y el contratenor José Hernández Pastor.

Así suena el mestizaje de ultramar

La arpista Sara Águeda y el contratenor José Hernández Pastor traen al presente las obras del siglo de oro español y de las Américas del siglo XVII con el concierto 'Músicas del Nuevo y Viejo Mundo'

Rosario González

Domingo, 30 de octubre 2016, 01:28

Que la música es el lenguaje universal se le ocurrió al compositor alemán Carl Maria von Weber allá por el siglo XVIII, y la atinada observación continúa repitiéndose como un mantra siglos después. Una herencia que mantiene intacta la idea de la expresión melódica como ... paradigma de intercambio cultural; del mestizaje que acerca orillas, amansa, iguala y nos permite reconocernos en el otro.

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Por las mismas fechas que von Weber, mediado el siglo XVIII, llegaba a similar conclusión el religioso navarro Baltasar Jaime Martínez Compañón, nombrado obispo de Trujillo en el Virreinato del Perú en el año 1780. El legado de este religioso de ultramar -que incluye una exhaustiva y valiosa lista de lenguas precolombinas ya extintas-, comprende igualmente una serie de partituras transcritas que destacan la función social de la música y la reivindican como el idioma común entre España y el Nuevo Mundo.

Siglos después, la arpista Sara Águeda y el contratenor José Hernández Pastor traen al presente esta "armonía de las dos orillas" con el concierto 'Músicas del Nuevo y Viejo Mundo', una exquisita recopilación que interpretaron este jueves en la iglesia de Palacio en la ciudad de Logroño, dentro de las jornadas Futuro en Español que organizan Vocento y CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.

Bajo el título del recital 'La Tonada del Diamante', los artistas repasaron la música antigua española, barroca y americana de los siglos XV al XVIII, en una evocación musical de lo que supuso el encuentro de esas dos culturas. A través de un arpa de dos órdenes -madre del arpa andina, que mezcla una doble fila de cuerdas como símbolo de este encuentro transoceánico- y con la voz del contratenor (el antiguo castrati y bastante inusual hoy en día), la pareja de artistas seleccionó una serie de piezas con la que dibujaron el exquisito abanico del mestizaje musical.

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