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EIDER BURGOS / agencias
Domingo, 10 de julio 2016, 14:17
Las previas señalaban a Arcade Fire cuando hablaban de rock de estadio, pero cuánto se olvidaban de Foals. Los británicos, cabeza de cartel de la jornada del sábado en el Bilbao BBK Live, cerraron el festival dándose un apoteósico baño de masas gracias a un ... contundente directo que pasará a ser de lo mejor de esta undécima edición.
La actuación de Foals supuso el broche de oro a una noche electrizante precedida primero por el rock psicodélico de Tame Impala que, desde el primer minuto y bajo unos ácidos visuales, puso a todo el mundo a bailar de principio a fin. Más cuando Kevin Parker -que actuó descalzo y cubata en mano- decidió despachar Let It Happen nada más empezar y Feels Like We Only Go Backwards para acabar. Concierto redondo.
Después vendría el intenso post-punk de Editors que, a pesar de no haber recibido las mejores críticas por su último álbum, In Dreams (se dice de él que es más descafeinado de lo habitual en la banda), revolucionó al personal. Para ello ayudó la voz de la banda, Tom Smith que, tras salir a escena en plan misterioso con capucha, no paró un segundo, dejándose la piel en clásicos como Munich o Papillon, ya cerrando el bolo.
Sin apenas tomar aire, el sprint final llegaba pasada la medianoche. Fue entonces cuando Yannis Philippakis y compañía tomaron el escenario principal de Kobetamendi al son de Snake Oil. Rápidamente despachaban My Number para calentar motores Y no volvieron a soltar el acelerador. El de Foals ha sido un concierto en agudísimo in crescendo, que ya comenzaba con saltos, coros y los ánimos por las nubes y acababa con pogos multitudinarios y unos fans dejándose los pies sobre el terreno.
En el escenario no fue diferente. Philippakis se dejó la piel y la garganta en gritos más propios de otros géneros más duros que los del indie, y se convirtió en una auténtica estrella del rock cuando bajó hasta la zona del público y se lanzó sobre la multitud. No fue la única ocasión; hacia el final del concierto, volvería a descender al foso para dejarse tocar por las masas.
Sorprendentemente intenso en los momentos más calmados -Spanish Sahara fue mágica bajo un juego de luces impecable- y apoteósico en los más frenéticos -los alaridos en What Went Down ya en los últimos minutos de éxtasis-, el de Foals se postuló anoche como uno de los mejores conciertos de esta edición del Bilbao BBK Live. Lo conseguieron: ellos también son rock de estadio. Y de uno muy loco.
Más de 100.000 personas
El Bilbao BBK Live ha cerrado su decimoprimera edición con una asistencia de 102.865 personas a los conciertos ofrecidos en Kobetamendi a largo de sus tres jornadas, según los datos ofrecidos por la organización.
El día de mayor afluencia fue el sábado, con 35.287 personas, mientras que el jueves asistieron al festival 34.151 personas y el viernes un total de 33.427 personas.
Los responsables del Bilbao BBK Live han realizado una "valoración muy positiva" de la edición que se cerró esta pasada madrugada y han agradecido su «apoyo incondicional a instituciones, patrocinadores, colaboradores, medios de comunicación y, sobre todo, al público» que hace que "el Bilbao BBK Live continúe creciendo".
"El ambiente en el Bilbao BBK Live ha sido, un año más, sensacional, tanto en el recinto como en la ciudad", han destacado desde el festival bilbaíno, que celebrará una nueva edición los días 6, 7 y 8 de julio del próximo año.
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