Vinilo: ¿melomanía o 'postureo'?

Pero sin duda lo que más ha llamado la atención de la encuesta es que la mitad de los compradores no escucha los discos que se compra en vinilo. En concreto, el 41% de los compradores aseguraba que aún no había reproducidos los discos comprados en el último mes y un 7% afirmaba no tener siquiera un tocadiscos donde reproducirlos. Lo cierto es que para muchos de los compradores se trata más de una cuestión estética y decorativa, para otros es una forma de apoyar a sus artistas favoritos, mientras que un 50% de los consumidores se define a sí mismo como "coleccionista".

¿Hay más de melomanía o 'postureo'? ¿Suena un vinilo mejor que un CD? "Habrá quien lo haga por postureo, como ocurre con esas librerías en las casas con cientos de libros sin leer, pero existen razones objetivas por las que el vinilo puede llegar a sonar más musical que un CD", afirma Ibon Larruzea, propietario de un estudio de grabación especializado en la masterización de obras y autor de un artículo que abunda sobre el tema. Más allá de los chasquidos, las imperfecciones y el desgaste que sufre el formato con el paso del tiempo, hay tres variables que hacen del sonido de un vinilo algo más cálido.

Las razones

Por un lado está el ancho del espectro de frecuencias que encierra el vinilo, que es un poco más cerrado que el del CD. Los discos no utilizan ni las frecuencias más bajas ni las más altas que puede reconocer el ser humano y "la clave está en que las más altas son muy incómodas porque hacen oscilar muy rápido el oído y producen fatiga", apunta Larruzea. El ingeniero industrial pone como ejemplo cierto material antidisturbios que emite sonidos en frecuencias a 14 y 16 kiloherzios, que solo escucha la gente más joven.

Otra de las variables es la que tiene que ver con la distorsión armónica propia del formato y que el ser humano no lo escucha como una distorsión al uso. "Al contrario, el vinilo hace que el sonido engorde y tenga algo más de cuerpo", justifica el experto.

Finalmente, y a diferencia de lo que ocurre con el CD, en el vinilo el canal L y R de la imagen estéreo no son independientes. "El vinilo establece una relación entre ambos canales que hace que nos parezca que la imagen estéreo se ensanche y el sonido sea un poco más envolvente", señala Larruzea. En definitiva se trata de variables que "en muchos casos" vienen muy bien al sonido y de las que se puede sacar provecho con conocimientos muy básicos. Y es que el ingeniero lo tiene claro: si se trata de recoger el sonido lo más fielmente posible a la realidad, la elección sería el CD. Pero cuando se trata de música, "es también una cuestión estética. Nos interesa que coja cuerpo, que coja potencia y que puedas subir el volumen y no se te canse el oído", afirma.

Pese a la escalada en ventas del formato en todo el mundo, no todo es positivo. Larruzea considera que se ha perdido un conocimiento muy valioso en los últimos veinte años. "Muchos profesionales del vinilo están ya jubilados y los que ahora los producen no saben bien cómo funcionan las máquinas", lamenta. A todo ello hay que sumar que hay escasez de consumibles y de recambios y que faltan suministradores de piezas. "Sí, ahora se están haciendo muchos vinilos, pero no suenan mejor... Si los hacen bien, el sonido es mucho más agradable y transmite mucho más que el CD, pero no está siendo el caso", concluye.