«Con este disco me he pasado de sincero»

El séptimo disco llega en uno de sus mejores momentos profesionales y resume el renacer que experimentó tras cuatro años en los que vivió entre México y Estados Unidos, giró por Latinoamérica, logró una nominación a los premios Grammy y regresó triunfal a España para ocupar el cuarto asiento del programa 'La Voz'. Una historia "de perseverancia y de creencia" que llegó tras unos años complicados. "En 2007, con la crisis dando palos a diestro y siniestro, se perdió el ritmo de los conciertos y tuve que tirar de ingenio", revive el cantante.

De la necesidad surgió 'Único', una producción de teatro musical que Orozco diseñó con "presupuesto bajo" y "agudeza mental extrema" y con la que ha logrado cumplir las 500 funciones. "Los palos nos llegan a todos, la cuestión es cómo lo asumes y, como padre, me tocó buscarme la vida", explica. La función les permitió continuar en la brecha, grabar otro disco, cruzar el charco para la gira y volver con un contrato en la televisión que le ha permitido, entre otras cosas, acercarse al público y desmontar una pesada imagen de "tipo oscuro que escribe escondido debajo de la cama". "Llevo más de ocho años sin vacaciones, de un lado a otro, pero soy el más feliz del mundo porque sigo teniendo la oportunidad de elegir".

Su última elección es la voltereta musical que ofrece en 'Destino', un disco concebido con un sonido más pop al que fue cambiando el ritmo hasta el resultado final. "Estaba muy cómodo con el doble platino de 'Dos orillas' y ahora siento que he dado un salto al vacío y aún estoy esperando a ver dónde aterrizo. Sé que es un riesgo absoluto, pero decía Albert Einstein que sólo cuando te enfrentas a lo absurdo consigues lo imposible".