Coti: «La caza de brujas de los artistas comenzó con la guerra del IVA»

Tras más de una década de carrera, hits como 'Nada de esto fue un error', discos de oro, giras internacionales y éxitos de ventas, Coti sigue viéndose a sí mismo como un trovador. "Tiene que ver con mi modo de andar con la guitarra, escribiendo... soy cancionero, hago canciones e intento componer de manera que los temas funcionen con una guitarra y una voz, que son la semilla y el alma de cada canción". Según explicó, su nuevo trabajo refleja un momento muy bueno donde ve cada vez más claro el lugar donde quiere llegar artísticamente. "Lo que he volcado en este disco es la síntesis de todo lo que estoy aprendiendo", resumió.

La imagen de este músico, cantante, compositor y productor argentino refleja una serenidad alejada de las grandes crisis existenciales de otros artistas, aunque admite que nada es sencillo. "Los procesos creativos son siempre traumáticos y así deben ser; empiezas a autoprobarte para expresar lo que tienes dentro, para escribir algo que te emocione y te haga sentir orgulloso. Siempre hay altibajos, pero escribir música es una necesidad y no puedo más que agradecerlo". Tampoco reniega de ninguna de sus canciones, ni siquiera de aquellas que "siguen ahí hasta el hartazgo". "Intento que las canciones sigan vivas y, con el pasar de los años, reversionarlas y ver como van tomando su maduración; me parece una maravilla que se vayan resignificando y sigan vigentes".

Música manoseada

Con el título del disco, 'Qué esperas', Coti interpela más directamente si cabe a quien lo escucha, en un afán de reivindicar la movilización a través de la música. "El público termina de cerrar la obra de arte, de darle forma y con la adaptación -al cantarla en la ducha, al cambiarle la letra en la cancha de fútbol- adquiere su verdadera dimensión. Es alucinante y me motiva más que dar algo rígido, premasticado e inmaculado; prefiero que sea algo más manoseado".

Su nuevo disco sigue sonando al artista argentino, al rock nacional que mamó desde su primera juventud y a su contacto con compatriotas como Andrés Calamaro, Gustavo Cerati o Fito Paéz. De hecho, su nuevo trabajo está grabado en el estudio Romaphonic, montado por el propio Páez y donde grabó con Calamaro parte de 'Honestidad brutal'. A lo largo de doce temas, el artista baja al asfalto para cantarle a las batallas del día a día, mientras planea sobre cada una de ellas el amor y el paso del tiempo. Como broche final, dos pistas extra. Una, la número trece, con el título de 'Bajarás', donde señala a "los personajes que abusan de su lugar de poder, donde los puso el pueblo, corrompiéndose y enriqueciéndose ilícitamente". Cierra el disco la número catorce, 'Contra todos los males de este mundo', canción que tomó prestada del músico y poeta argentino Luis Alberto Spinetta.

Caza de brujas

El artista, que llegó a Madrid un día después de que el líder de la banda Def Con Dos fuera detenido acusado de enaltecimiento del terrorismo, admitió que no conocía el caso pero mostró su solidaridad y reinvidicó su "compromiso con la libertad" frente a "medidas dictatoriales y antidemocráticas". "Estoy viendo una caza de brujas con los artistas que empezó con la guerra del IVA, y esto lo confirma, que metan preso a un músico por hacer declaraciones... creo que hay que seguir luchando y opinando desde lo que uno hace y con los medios que tenemos para expresarnos".

Comprometido con el apoyo a la cultura, el argentino respaldó este miércoles la iniciativa 'Un día sin música', con la que los promotores musicales presentaron 225.000 firmas en el Congreso para pedir la bajada del IVA, una "medida asesina" -según denunció el músico-, en un momento de crisis en los que "se necesita más cultura que nunca". "No solo entretenimiento, se necesita contenido, profundidad y valor y, en lugar de fomentarlo y apoyar los proyectos nuevos, se hace todo lo contrario, con medidas y persecuciones a los artistas que buscan destruirlo".