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J. S.
logroño.
Domingo, 22 de mayo 2022, 02:00
Mañana de sábado, sol importante, concurrencia de vecinos y turistas en la plaza y música para poner banda sonora a un momento perfecto. La Banda de Calahorra ofreció a mediodía de ayer un concierto brillante en Logroño, entre moderno y tradicional, a gusto de cualquiera, con un sonido impecable amplificado por la fachada de la concatedral de La Redonda. La estampa, otra más, queda para el recuerdo de La Rioja Festival.
El ciclo de música clásica promovido por Pablo Sáinz-Villegas tenía entre sus objetivos acercarla al gran público y la cita de ayer fue perfecta para ello. La plaza del Mercado y la calle Portales, uno de los puntos más concurridos de la ciudad, fueron el escenario del evento. Numerosos espectadores en las terrazas de los bares, algo menos en la platea de calle montada por el Ayuntamiento, disfrutaron de una matinal espléndida.
Bajo la dirección de Eduardo Peña Hernández, medio centenar de músicos de todas las edades, interpretaron un programa compuesto por piezas espectaculares, casi adaptaciones cinematográficas, más modernas que el tradicional repertorio de banda municipal: de Ferrán (Pontones), Navarro (Downey Overture), Gómez (Leonardo Dreams) y Schwarz (Leonardo). Pero también hubo de propina pasodobles como 'Suspiros de España'.
La Banda de Calahorra, con una tradición de más de un siglo de existencia y una amplia temporada en el Teatro Ideal de su ciudad, al aire libre y amenizando numerosos actos públicos, ayer también fue la banda de La Rioja Festival. El ciclo llega hoy a su fin, pero el objetivo de llevar música a la gente ayer se cumplió.
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