«La música es para la gente»
Pablo Sáinz-Villegas | Guitarrista ·
El músico riojano, «un nuevo Pablo», ha participado en el Aula de Cultura de LA RIOJA-UNIR y presenta su disco 'Alma de guitarra española'Secciones
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Pablo Sáinz-Villegas | Guitarrista ·
El músico riojano, «un nuevo Pablo», ha participado en el Aula de Cultura de LA RIOJA-UNIR y presenta su disco 'Alma de guitarra española'Desde un AVE Barcelona-Madrid, al día siguiente de culminar en el Palau de la Música una minigira catalana, el guitarrista Pablo Sáinz-Villegas (Logroño, 1977) atiende al periódico la víspera de participar en el Aula de Cultura de LA RIOJA-UNIR y presentar su disco 'Alma de guitarra española', que se ha celebrado este martes. Seguramente en la cumbre de su carrera, a trescientos kilómetros por hora, Pablo es capaz de detener el tiempo y hablar de la música, del silencio que ha atravesado y de sí mismo. Un nuevo Pablo. El gran artista de siempre.
– ¿Qué sensación queda el día después de un concierto?
– De plenitud tras un momento de conexión con el público.
– ¿Cómo es viajar de la mano de una guitarra? ¿Se siente soledad o es más bien complicidad?
– Soledad e introspección. Para mí la guitarra es el espejo de mí mismo y son momentos de mirarme hacia dentro. Con la guitarra he aprendido a crecer como ser humano y a conocerme mejor.
– El músico Carlos Núñez traza una diagonal en la Península (parecida a la de su tren) que separa el noroeste celta y atlántico de las gaitas y el sureste mediterráneo de la guitarra. ¿Qué opina?
– Es una buena expresión de nuestra multiculturalidad. Es algo que hace de España un sitio único en el mundo: un país tan pequeño que es una reconciliación natural de los puntos cardinales y de las corrientes culturales históricas. Es algo que me hace sentir orgulloso. Yo celebro la multiculturalidad en cada nota de mi música.
– ¿'Alma de guitarra española' busca ahondar en eso?
– De algún modo. El alma de la guitarra española es la historia de una cultura muy rica que se expresa de muchas maneras diferentes.
– No llegó a tocar con su admirado Paco de Lucía, pero acaba de estar con Tomatito. ¿Por qué?
– Soy un gran admirador del flamenco y siempre me ha fascinado la idea de unir esas dos expresiones de la guitarra, primas hermanas. Tomatito es el máximo exponente de la guitarra flamenca en la actualidad y con una historia detrás de grandes leyendas como Paco o Camarón.
UNA FRASE
– ¿Qué aprendió con él: técnica o algo inmaterial?
– Cada uno tenemos nuestros recursos técnicos según la música que tocamos. Pero lo que he aprendido de él es la sabiduría de haber dedicado toda una vida a la música y haber colaborado con esas grandes leyendas. Estar con alguien con unos valores tan íntegros que comparto es una emoción que me inspira para poder llegar más al público.
– ¿Qué debe aprender la 'música culta' de la popular?
– Espontaneidad, favorecer una experiencia aquí y ahora, evitar tanto formalismo... Pero yo creo que cada vez es más de este modo.
– ¿Y que habría que aprender de la música clásica para perderle el miedo y que se convierta también en experiencia para todos?
– Perderle el miedo, eso mismo. No pensar que hay que entender muchísimo para disfrutar la música clásica. Y eso también es responsabilidad de quienes la hacemos: invitar al público de manera que se sienta cómodo. Hay que entender el propósito de la música, también de la clásica: la música es para la gente.
– ¿La música es la meta o es el viaje?
– La música es el viaje. Como dice el poeta Kavafis, no es Ítaca, sino el viaje a Ítaca. Y cuanto más dure ese viaje, cuanto más intenso sea, más vas a disfrutarlo.
– ¿A dónde viaja Pablo Sáinz-Villegas? ¿Qué sigue buscando?
– Crecer como ser humano. Transformarme y transformar a los que están a mi alrededor. Elevarme y aprender cada día de las demás personas y de las experiencias; de las buenas y de las que percibimos como malas. Todas y cada una de ellas son una oportunidad de conocimiento de uno mismo y de crecimiento personal.
'Alma de guitarra española' charla con Pablo Sáinz-Villegas, guitarrista clásico.
Aula de Cultura Diario LA RIOJA y UNIR.
Así ha sido Así se ha desarrollado el evento
– ¿Está en un momento de cambio?
– Este año para mí ha sido un momento catártico en muchos aspectos de mi vida personal y eso es algo que me hace sentir emocionado de esta nueva realidad. Ha habido momentos duros, de desierto y de soledad, pero cuando llegas al oasis sintiéndote un hombre nuevo el primer sorbo de agua es algo maravilloso.
– Con la edad, con la madurez, se ha hecho más...
– Me hecho más hombre y un hombre que honra más su voz.
– ¿Alguna vez se ha cansado de la música?
– No, pero también adoro el silencio como parte intrínseca de la naturaleza de la música. El silencio es el espacio de la creación musical, es el sitio desde el que nace.
– ¿Alguna vez ha sentido que traicionaba a la música?
– Creo que no, en todo caso sería traicionarme a mí mismo. Las dos emociones básicas de cualquier decisión humana son el amor y el miedo y uno solo puede traicionarse a sí mismo por miedo. La música, cuando la intención es pura, es divina. Y si la juzgamos por un fallo humano la estamos rebajando a tierra.
– ¿Qué diría que es el éxito?
– Un estado de conciencia, de plenitud. Es el viaje y, desde luego, no es Ítaca.
– ¿Ha perdido algo este año?
– He cambiado de piel, que es maravilloso. Y he sentido desapego por la persona que fui ayer. Lo que haya perdido lo siento como un cambio. He evolucionado y he seguido aprendiendo como quiero hacer hasta el último suspiro.
– ¿Qué impresión le causa viajar por el mundo ahora mismo?
– Es fuerte ver las ciudades vacías, las calles, los aeropuertos, los hoteles... El mundo y nuestra civilización están pasando por una catarsis. Es duro y hay que echarle valor. Es el momento de dar lo mejor de nosotros mismos, también los políticos, y de tener conciencia de humanidad. Que juntos somos mucho más. Es el momento de estar unidos.
– ¿Qué ve por delante?
– Algo muy emocionante: la oportunidad de salir juntos de esto y de hacer algo bueno.
– ¿Sigue creyendo en el poder sanador de la música?
– Sin duda, sí. La música está en todos nosotros y compartirla es una intención humana muy poderosa.
– ¿También sigue creyendo en un mundo mejor?
– Siempre, si no no haría lo que hago, que simplemente es poner mi granito de arena para crear puentes de comunicación, como creo que hacemos todos.
– ¿Quién es este nuevo Pablo?
– Un Pablo que está más enraizado a la tierra con un propósito de caminar disfrutando el camino y haciendo disfrutar a los demás.
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