David Bocigas 'Bocci' | Diseñador logroñés

«Para mí, la muñeca Barbie es una herramienta de trabajo y creatividad»

Sus primeras Barbies, once muñecas de segunda mano a las que proporcionó una nueva y glamurosa vida, se expusieron en La Gota de Leche de Logroño. Gracias a las redes sociales llegaron a los coleccionistas y, un año después, Bocci recibió el encargo de crear la muñeca honorífica de la Convención Nacional de Coleccionistas de Barbie 2013, la reina Náyade. Ahora tiene entre manos a Miércoles, la adolescente de la familia Addams, que verá la luz el próximo Halloween.

– En estos diez años ha diseñado 1.000 muñecas Barbie (6 de ellas de convención) y 30 colecciones. ¿Cómo han evolucionado en este tiempo? ¿Sigue buscando ese equilibro entre Audrey Hepburn y Marilyn que pretendía en sus orígenes?

– Antes era más delicado, más sencillo; ahora, con la evolución de mi trabajo y de los coleccionistas, mis muñecas son más lujosas. Antes, además, abordaba mucho el tema de Hollywood y las alfombras rojas, y ahora tiendo más a la mitología y los personajes fantásticos, con los que puedo dar más rienda suelta a la imaginación.

– Sus Barbies han asistido a los Oscar, los Goya, los Grammy...; han vestido de Paco Rabanne y Karl Lagerfeld; han sido mujeres de cuento (Alicia, Elsa, Rapunzel...). ¿De dónde surge la idea de cada nueva muñeca?

– De mi cultura pop. En mi vida cotidiana consumo mucha cultura pop, muchas influencias que me llegan a través del entretenimiento y se acaban convirtiendo en trabajo. Consumo muchísimo cine, muchas imágenes de moda a través de internet...

– La actual 'barbiemanía' desatada por la película de Greta Gerwig, ¿le ha beneficiado de alguna manera?

– No mucho. Es una película creada para el público en general y yo trabajo en el segmento del coleccionista de Barbies, que es muy pequeño. Ahora dicen que hemos pasado de ser bichos raros a parecer que somos guays.

– Pero sí ha aprovechado el estreno de la película para llevar a Alma y a Soul al cine con un look 'rosa Barbie'.

– No podía dejar pasar la oportunidad, además es bonito el concepto que han hecho en la película sobre Barbie, burlándose de su superficialidad y llevándolo más allá, al feminismo y la igualdad.

– La muñeca Alma es a la que más recurre para sus creaciones. ¿Quién es Alma?

– Es como la influencer del 'Refugio Rosa'. Cuando comenzaron las convenciones de Barbie era muy habitual que la gente llevara a su muñeca preferida, conocida como muñeca acompañante. Yo cogí ese concepto y, a través de las redes sociales, hice que mi acompañante fuera como la musa o modelo del 'Refugio Rosa', la que acudía a todos los eventos. Como yo soy más tímido, Alma es la imagen de mi marca.

– ¿Trabaja solo para coleccionista?

– Sí, bien por encargo o con las colecciones. También sigo haciendo 'Las novias de verdad' (muñecas para regalar que son réplicas de novias reales), pero me gusta más centrarme en cosas creativas, y las novias no dejan de ser reproducciones, además puedo permitírmelo.

– Luego vive de sus Barbies...

– Sí, por eso llevo con ellas ya diez años.

– ¿Algún choque de intereses con Mattel?

– No, hay un entendimiento claro. De hecho, las primeras muñecas de convención que yo diseñé las regaló Mattel y después se limitó a dar el visto bueno de la muñeca y prestar la marca Barbie. Como diseñador particular tampoco tengo problemas porque para ellos, evidentemente, somos creativos pero ninguna competencia.

– También ha hecho una incursión en el mundo de Nancy con motivo de su 55 aniversario.

– En realidad empecé en el 50 aniversario gracias a una clienta. Aquella muñeca tuvo mucha repercusión y desde entonces ya he hecho cuatro Nancys.

– Su muñeca, sin embargo, es Barbie. ¿No le satura después de diez años juntos?

– Yo no soy el coleccionista al uso, me gusta más trabajar con ella que coleccionarla. Para mí Barbie es más una herramienta de trabajo y de creatividad, y por lo tanto la relación es muy buena.

– ¿Es indiscreto preguntar el precio de sus Barbies?

– Por encargo, alrededor de 400 euros. Las colecciones son más baratas, alrededor de 250 euros cada muñeca.