Borrar
Rosa Herreros, presidenta de 1986 a 2002; María José Marrodán, tras su elección en 2002; Piedad Valverde, presidenta entre 2008 y 2016; y Ana María Matute, en una de sus visitas a la casa. . E. D.R./J.M./J.R.
El Ateneo Riojano ha cumplido un siglo de historia y su renovación, desde 1986, ha ido de la mano de mujeres
ATENEO RIOJANO | 100 AÑOS

Mujeres del Ateneo

El Ateneo se renovó y se consolidó a partir de 1986 gracias a su presidenta Rosa Herreros, a la que seguirían María José Marrodán y Piedad Valverde

J. Sainz

Logroño

Domingo, 5 de marzo 2023, 01:00

Atenea era paradójicamente diosa de la sabiduría y de la guerra al mismo tiempo, y también de los oficios. Era la más sabia, la más valiente y, desde luego, la más ingeniosa entre los dioses del Olimpo. Todas estas virtudes atesoraba también la persona que vino a ponerse al frente del Ateneo Riojano en 1986, cuando este más lo necesitaba, y supo ser, para salvarlo, guerrera y maestra a la vez. Rosa Herreros, 'la Rosa del Ateneo', fue la figura clave. Si difícil había sido resucitar en 1977 la entidad fundada en 1922 y clausurada por la dictadura en 1936, más complicado iba a ser recuperar su pulso vital y encontrar su sitio. Pero ella fue capaz de pelear en los despachos para luego poder impartir en Muro de Cervantes la lección de la cultura compartida.

Nunca le dio mayor importancia al hecho de ser mujer, la primera presidenta de la institución y la más duradera, pero con ella se inició la larga y fructífera etapa de las llamadas 'damas del Ateneo', que se prolongaría treinta años con María José Marrodán y Piedad Valverde tras sus tres lustros de mandato, y que inevitablemente dejaría una huella personal de entrega y buen hacer como ningún hombre había logrado hasta entonces. Fueron tiempos duros al comienzo, pero fue entonces cuando se asentaron definitivamente los cimientos de la Casa de Todos que hoy conocemos.

Después de refundarse el Ateneo en 1977 y de recuperar su sede y lo que quedaba de su biblioteca tras la clausura e incautación durante cuarenta años de dictadura, la institución había atravesado con más pena que gloria una década que la situó al borde de su segunda y más que probable definitiva desaparición. Había sido la época crítica coincidente en lo político con la Transición en España y el periodo autonomista en La Rioja. Y en lo cultural, la Movida madrileña era expresión de una tendencia social moderna y hedonista que poco tenía que ver con el clasicismo ateneísta. El Ateneo que quería ser de todos solo estaba en el ánimo de unos pocos.

«Era un renacer del local y en general del Ateneo, porque fue a partir de entonces cuando se pudo poner en funcionamiento»

Rosa Herreros

Con un Ateneo mortecino, que todavía no había sido capaz de encontrar su lugar en La Rioja de su tiempo, Rosa María Herreros Torrecilla fue elegida presidenta el 24 de febrero de 1986 con el propósito fundamental de conectar con la realidad social y cultural del momento y fraguar un verdadero foro de encuentro y debate contemporáneos. Natural de Badarán y licenciada en Geografía e Historia, era una de esas personas que habían vuelto a su tierra tras haber estudiado fuera -en Madrid, donde también ejerció la enseñanza- y buscaban participar de la vida cultural local.

Ella fue de las que se implicó desde el principio en el funcionamiento interno, desempeñando diversas funciones en las tres juntas directivas anteriores, tanto con Teodoro Sabrás, como con Jerónimo Jiménez y con Miguel Ángel García, y terminó dando un paso al frente para asumir la presidencia con cuarenta y tres años de edad. Tenía una visión muy diferente a la de aquellos 'románticos' que le precedieron en la década anterior y que miraban más al pasado que al futuro.

  • 1922-36 El Ateneo Riojano se constituyó el 31 de diciembre de 1922 y funcionó hasta 1936, cuando fue clausurado por los fascistas a comienzo de la Guerra Civil

  • Presidentes de la primera época Mariano Cañada (1923-1924), Alfredo Muñoz (1926, tras renuncia de Salvador Aragón), José María Cañadas Bueno (1927), Agustín Cadarso (1928 y 1929), Enrique Mora (1930), Alfonso Mato (1931), Antonio Cospedal (1932), Gonzalo Cadarso (1933), Jorge Palomo (1934) y Cayetano Melguizo (1935, tras renuncia de José María Mato, y 1936)

  • 1977 Refundación del Ateneo Riojano después de 41 clausurado por la dictadura

  • 1977 José Díaz Herce (1978-1980)

  • 1977 Teodoro Sabrás Farias (1980-1982)

  • 1977 Jerónimo Jiménez (1982-1984)

  • 1977 Miguel Ángel García (1984-1986)

  • 1986 Tras la refundación en 1977 y una primera década de andadura incierta, el Ateneo Riojano fue renovado, tanto su sede como su funcionamiento, comenzando su época más activa

  • 1986 Rosa María Herreros (1986-2002)

  • 2002 Y el Ateneo Riojano llegó al siglo XXI plenamente asentado en la sociedad riojana

  • 2002 María José Marrodán (2002-2008)

  • 2002 Piedad Valverde (2008-2016)

  • 2002 Carlos Álvarez (2016-2020

  • 2002 Jesús Murillo (desde 2020 hasta la actualidad)

El objetivo inmediato era doble: rehabilitar la sede como condición indispensable y conectar con la ciudadanía mediante un programa coherente y atractivo: «Aquello era una cochambre -recuerda Herreros sobre aquella época-, había que hacer una reforma de las instalaciones. El gran inconveniente era que estaba muy obsoleto, muy olvidado. Nadie sabía qué era el Ateneo Riojano ni que había sido ni dónde estaba ubicado, ni siquiera eso. Y yo creo que el fundamento, la base para que el Ateneo empezara a funcionar era la sede».

Resuelta como nadie, Rosa removió Roma con Santiago, llamó a la puerta de todos los despachos y consiguió implicar a instituciones públicas y privadas, así como a distintos sectores sociales y culturales mediante un llamamiento público y encuentros con intelectuales, artistas plásticos, escritores, músicos, actores, educadores, periodistas, jóvenes... En definitiva, estaba decidida a dar un giro radical al rumbo del Ateneo.

El Gobierno de La Rioja comenzó a apostar a favor, siendo consejera de Cultura Carmina de Miguel (de AP) y con Miguel Ángel Ropero (PRP) como director general. Y también el Ayuntamiento de Logroño del alcalde Manuel Sainz (PSOE). Herreros conciliaba el espíritu de consenso de la Casa de Todos. Cuando la Comunidad concedió una subvención de 7.734.300 pesetas, por fin pudo llevarse a cabo el proyecto de reforma diseñado por el arquitecto Julio Revuelta, miembro de la directiva (y posterior alcalde). Una reforma completa que modificó la vieja sede en un espacio funcional y moderno.

Aquella transformación física era algo más que una metáfora de la transformación total que quería obrarse en el Ateneo Riojano como institución cultural; era el verdadero comienzo de la misma. Su primera piedra. «Era el nuevo renacer del Ateneo -en palabras de la presidenta-. Era un renacer del local, pero, en general, era el renacer del Ateneo, porque fue a partir de entonces cuando ya se pudo poner en funcionamiento».

Después de aquello, Rosa Herreros permanecería al frente dieciséis años. Junto a ella hubo siempre otras mujeres, como Esther Novalgos, y más adelante la sucederían María José Marrodán, que fue su relevo natural en 2002, y Piedad Valverde, que daría un viraje hacia una intención más social de la institución. Pero fue en aquel tiempo cuando Logroño encontró su lugar para escuchar a los Torrente Ballester, Luis Landero, Carmen Martín Gaite, José Luis Sampedro, Rosa Regás, Vicente Molina Foix o los poetas Carlos Bousoño, Agustín García Calvo, Luis Alberto de Cuenca, Ángel González y tantos y tantos intelectuales que empezaron a pasar por su tribuna.

El 23 de noviembre de 1989, una invitada muy especial, a la altura del acontecimiento, inauguraba las nuevas instalaciones y ejercía de madrina de ese renacer del Ateneo Riojano: la escritora barcelonesa Ana María Matute, con raigambre riojana y profunda huella de la Mansilla de su infancia en su obra literaria, pronunció una conferencia sobre 'La importancia de la vida de papel'. Era todo un alegato en favor de la cultura de las letras y los libros, la cultura clásica por la que el Ateneo Riojano volvía a estar en pie; ahora, por fin, con su luz iluminando intensamente hacia la calle. No había terminado aún la guerra de Atenea y ya empezaba a brillar su sabiduría.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Mujeres del Ateneo