El miedo a las que vuelan

El escenario fue en el Bosque de la Memoria, en el parque del Ebro. Allí volvieron a lucir los farolillos y se homenajeó a las víctimas del proceso inquisitorial acontecido en Logroño en 1610. Se leyeron sus nombres, su edad, su actitud ante el proceso... hubo la remembranza de alguna despedida desgarrada, de algún abrazo apenado y bailes al son de la txalaparta. Allí se habló de valentía, de honradez, de inocencia, de «lo que nunca tuvo que suceder y pasó» y del «miedo que producen las mujeres que vuelan por brujas o por libres».

Pero no acabó así la jornada porque el programa elaborado por la asociación de vecinos del Centro Histórico y la asociación histórico-cultural Guardias de Santiago se desplegó por las calles del Casco Antiguo logroñés hasta más que bien anochecido, dado que solo en torno a las 22.00 horas se daban por zanjados los eventos del fin de semana.

Han sido tres días de programa en torno a las 'Brujas de Zugarramurdi' y el proceso al que fueron sometidas. En total, en torno a treinta propuestas, entre actuaciones teatrales, conciertos, visitas, cuentacuentos y pasacalles, así como un 'mercado de la brujería' con puestos de artesanía, alimentación y decoración de época, todo ello desarrollado con la colaboración de los Ayuntamientos de Zugarramurdi y Bargota, también el de Logroño, y entidades de estas localidades vascas.

Una de las cita 'estrella' de las jornadas fue, claro, la representación el sábado junto a la iglesia de San Bartolomé del aquelarre protagonizado por gentes de Zugarramurdi, tras el cual los recreacionistas al mando de los inquisidores persiguieron, detuvieron, juzgaron y quemaron a los acusados.