«Hay un miedo pequeño, pero matón y el peor, que es el miedo al qué dirán»

– En 'El método para vivir sin miedo' reúne veinte casos de personas que han logrado superar el miedo al miedo. Además de evidenciar que su método funciona, ¿qué pretende este libro?

– Evidenciar que funciona es esencial porque el método para superar el miedo agudo es muy duro. Tienes que enfrentarte a tus peores miedos, cada día, de forma sistemática. Tienes que estar seguro de que esto ha curado a miles de personas antes. Para las personas aquejadas de esto, los testimonios son puro oro, tanto que en mi canal de YouTube añado un testimonio en vídeo cada semana y llevamos casi 200. Y mi compromiso es seguir 'in eternum'. Ya visualizo tener 500 ó 1.000. Será la base de datos de transformación personal más amplia del mundo.

– ¿Ha aprendido algo de estos testimonios que le permita seguir afinando o mejorando su método?

– Por supuesto. Una de las enseñanzas es que hay que hacer la inmersión en el miedo (el afrontamiento) de la forma más intensa posible. Cuanto más intensa, más rápida y mejor será la curación. De hecho, estoy trabajando junto a unos psicólogos noruegos, el Grupo de Bergen, que hacen una terapia intensiva de cuatro días súper efectiva. Los resultados son espectaculares. En 4 días, un alto porcentaje de personas con pánico o TOC de décadas hacen avances del 80%.

– En las páginas de su libro recoge 20 de los casi 200 casos de los que tiene constancia que han seguido sus pautas con éxito. ¿En qué ha basado la selección?

– He querido incluir gente joven y mayor, dos médicos, un empresario de éxito y algunos famosos. ¿Por qué? Para demostrar que todo el mundo puede caer en una trampa mental, que no es de 'débiles'. Y el caso de las hermanas Zapata (las actrices que hacen de camareras en el programa First Dates) es muy gráfico porque son gemelas y tenían el mismo TOC (de verificación) desde pequeñas. Marisa Zapata llegó a estar muy mal: se auto-ingresó en una clínica psiquiátrica porque no podía más con la ansiedad. Después de una terapia de 8 meses están genial.

– Según estos testimonios, ¿qué es lo más arduo en el proceso de recuperación? ¿En cuál de los cuatro pasos de su método se atasca más la gente?

– El primer paso es 'afrontar'. El segundo es 'aceptar' y esto es lo más difícil. Tenemos que aceptar todos los síntomas: los nervios, el corazón palpitante, el pánico… y rendirse a todo ello. No defenderse, no huir, simplemente quedarse ahí y hacerse amigo de todo ello.

– ¿Qué tipo de miedos nos rondan más hoy en día?

– Hay un miedo pequeño, pero matón, porque empequeñece muchísimo la vida de millones de personas. Es el peor. Es el miedo al qué dirán; a ser criticado. Ese temor hace que no vivamos la vida que deseamos: nuestra sexualidad, el oficio de nuestros sueños… incluso la gente a la que vemos o con quien nos casamos. Pero es un temor que se supera cuando te das cuenta de que hagas lo que hagas, aunque te pliegues a lo que quieren los demás, te criticarán igual. Los criticones están amargados y no pueden dejar de hacerlo, así que lo mejor es hacer lo que creemos correcto y que les den.

– ¿Cómo afectan Internet y las redes sociales a nuestros miedos?

– Internet y el teléfono móvil han abierto la caja de pandora. Quizás el anticristo profetizado no era una persona sino ese aparato que, sin duda, está detrás de la amplificación de la locura del ser humano. Es una forma de hiper-comunicación que supone una fuente de estrés enorme. En mi gimnasio, por ejemplo, la gente hace deporte, se cambia y casi hasta se ducha conectada a ese aparato, hablando al aire y gestionando no se sabe qué. Esa multi-tarea es un aniquilador de paz mental. ¿Dónde queda el silencio, la pausa, la conversación tranquila que solo puede ser cara a cara…? Y para qué hablar de Twitter, un amplificador de odio, un propagador de intolerancia. Pero la buena noticia es que si te educas muy bien mentalmente puedes aprovechar lo mejor de la vida moderna y esquivar toda esa locura. Eso sí, usa el móvil lo menos posible; Internet, no más de media hora al día. No quieras estar hiper-comunicado y menos telemáticamente; no hagas dos cosas a la vez; huye de la crítica, la queja y la violencia; recupera el dulce ritmo del amor y la contemplación; pasea, ve lento, aprecia la belleza. No hay peor forma de perder la vida que corriendo.

– Y usted, ¿es temeroso de algo?

– He eliminado casi todos mis miedos irracionales y los racionales me avisan dulcemente de los peligros, son ligeros y se pasan enseguida. Digamos que el miedo es para mí una herramienta fantástica que aprecio y que no me molesta nada. A veces, hasta me divierte.