Medio siglo de puro teatro en las aulas

Fernando Gil Torner venía de pertenecer al Teatro Libre que fundó José Luis Alonso de Santos en la Universidad Complutense de Madrid, donde estudió Ciencias Políticas, y, tras hacer la mili en su ciudad natal, Huesca, no regresó. Hace ahora 50 años que se incorporó como profesor de Historia a la Universidad Laboral de Logroño, el actual IES La Laboral de Lardero. Curiosamente, a Gil Torner le sustituyó en Teatro Libre el hoy célebre Rafael Álvarez 'el Brujo'. Como en el nuevo centro, inaugurado en 1974, Gil Torner estaba al cargo de los alumnos internos, que eran mayoría, creó un grupo de teatro como actividad extraescolar, casi una rareza entonces entre el atletismo y la guitarra, otras de las opciones del alumnado.

Así se creó en el curso 1974-75 el Teatro Pobre La Laboral, que en sus inicios se llamó Epidauro. «He pretendido cambiar el nombre muchas veces y ninguna generación me ha dejado. En la primera eran muy leídos, un día les hablé de Stanislavski y su seguidor Grotowski, autor del tratado 'Hacia un teatro pobre' y les gustó», recuerda a sus 75 años Gil Torner. Grotowski considera que «el aspecto medular del arte teatral es la técnica escénica y personal del actor» y defiende «una desnudez total, una exposición absoluta de la intimidad».

La estructura del Teatro Pobre La Laboral siempre ha sido muy volátil, ya que prácticamente cambiaba de actores cada curso, casi nunca ha tenido un núcleo fijo y en los últimos años incluso ha contado con alumnos de Escolapias y los institutos Duques de Nájera, Tomás Mingot y Batalla de Clavijo, donde Gil Torner puso en marcha el programa de Artes Escénicas del Bachillerato. «Uno de los grandes problemas, y frustraciones, es que por eso ha habido obras que solo hemos podido representar cuatro veces porque los alumnos se van marchando», reconoce Gil Torner, que siempre procuraba elegir piezas con muchos personajes, hasta veinte, para que pudieran actuar la mayoría. El primer montaje que se representaron fue 'Biedermann y los incendiarios' de Max Frisch en la Sala Gonzalo de Berceo de Logroño, en abril de 1975. «Trata de unos bomberos que incendian la ciudad, una farsa divertida para la que nos dejaron cascos y uniformes antiguos», cuenta Gil Torner. Después, para 'El velatorio' (1987), una funeraria les prestó un ataúd.

El comienzo fue frenético, la compañía representaba una o dos obras por año y viajaba por las universidades laborales para actuar. «Todo el día los alumnos estaban insistiendo en '¡Vamos a ensayar!'. Y había días en que estábamos hasta las 2 de la madrugada», afirma Gil Torner. Eso lo facilitaba que muchos alumnos dormían en la propia residencia del instituto. Después hicieron 'Guadaña del resucitado' de Ramón Gil Novales, «un texto muy motivador pero muy conflictivo porque, entonces, en 1976, criticaba el caciquismo», subraya el profesor. No fue menos controvertida la tercera obra, en 1977, 'El estado de sitio', de Albert Camus, en la que, asegura Gil Torner, «me tacharon alguna cosa de censura pero nada más, nos miraban mal pero no tuvimos más problema».

El grupo no ha temido a representar 'Terror y miserias del III Reich' de Bertolt Brecht, 'Bajarse al moro' de Alonso de Santos y 'Ay, Carmela' de José Sanchis Sinesterra, entre otras comprometidas obras. También presume de no haber recibido nunca subvención alguna, solo las pocas ayudas y todos los medios disponibles por parte de los claustros y AMPAs. Pobres, sí, y a mucha honra también.

Fue en 1983 cuando apareció un muchacho de 16 años «muy perdido, tímido, que venía de estar interno en los Salvatorianos». Se asomaba al aula magna del instituto, donde ensayaba el grupo, curioso por ver qué sucedía allí dentro, como un polizón. «Un día le invité a que leyera un texto de 'Viva el duque, nuestro dueño' y le encantó, así que le di el papel de Nicanor. Después hizo de un pajarraco que se aparecía en sueños en 'El inmortal'», recuerda Gil Torner. Era Javier Cámara, que repitió COU pero el profesor le animó a formarse en la Real Escuela Superior de Arte Dramático en Madrid. Para preparar el papel del maestro de la película 'Vivir es fácil con los ojos cerrados' de David Trueba, con el que ganó el Premio Goya, Cámara aseguró una vez a Diario LA RIOJA que pensó «en todos los profesores que me han enseñado, el primero, Gil Torner».

Aunque sí el más célebre, Cámara no ha sido el único que ha pasado por Teatro Pobre La Laboral y ha acabado dedicándose a las artes escénicas. Cabe destacar al Premio Max Bernardo Sánchez, a la regidora del Real Teatro del Retiro Mahor Galilea, el iluminador de Lola Índigo Carlos Cremades, la dramaturga y miembro de la Academia de las Artes Escénicas de España Mariam Budia, la directora Laura Ortega y los actores David Tenreiro, Rebeca Hernando, Sancho Ruiz e Inés León, entre otros. También hay que señalar que del grupo original nacieron otros extensiones como Tres Tristes Tigres, que fundaron César Novalgos, Javi Pena y Álvaro Ochoa, y la compañía de la UR En Agua de Borrajas, con Iñigo Robredo. Otros nombres que poder resaltar son Sergio Phúo (Los Pecos Riojanos), Bruno Calzada (Universidad Popular de Logroño) y Héctor Duro (TECU). Y hay otros casos, como el de Carmen Félix, actriz aficionada que, después de iniciarse con el Teatro Pobre, tras jubilarse ha regresado a los escenarios con el grupo Ateneo Teatro.

En los últimos años, Teatro Pobre ha seguido siendo ambicioso en sus montajes, quizá no en el ámbito político y social pero sí en el artístico, atreviéndose a representar 'Marcela o cuál de las tres' de Bretón de los Herreros y 'Viajes de una gota de agua' de María de la O Lejárraga. Es, con medio siglo de trayectoria, el grupo de teatro más longevo de La Rioja, más que las más de cuatro décadas de La Garnacha, otra compañía nacida en un instituto. Actualmente colabora cada año con el musical de fin de curso del Bachillerato de Artes del IES Batalla de Clavijo y desde 2016, ya con Gil Torner jubilado como profesor, la compañía representa anualmente 'Don Juan Tenorio' en el Círculo Logroñés en la festividad de Todos los Santos con el propio Fernando Gil Torner interpretando a Gonzalo de Ulloa y algunos cameos como el de su esposa, Concha Arribas, exconcejala del Ayuntamiento de Logroño y profesora jubilada de La Laboral y el Tomás Mingot, siendo la abadesa.

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