El 'Mata Mua' podría volver al Thyssen en enero

En agosto, el Gobierno ratificó el arrendamiento de la colección de Carmen Thyssen por 97,5 millones de euros, a razón de 6,5 millones anuales, y que contempla el regreso al museo madrileño de la legendaria pintura de Paul Gauguin que Tita sacó del museo.

Nada se sabe de las obras de Edwar Hopper y de Edgar Degas que la baronesa también sacó del palacio de Villahermosa junto al 'Mata-Mua' antes de que se cerrara el acuerdo. «Salieron del depósito y no sé nada más. No tengo noticias de que vayan a volver. Habrá que preguntarle a Tita sobre su destino ulterior», dijo Solana.

«No tenemos una fecha fijada todavía para el regreso del 'Mata Mua', pero espero que sea en enero, y que entonces se puede abrir el museo con su reordenación. Tita está muy entusiasmada con la idea de hacer un acto en el que pueda estar con el ministro Iceta, y con Borja, su hijo, para presentar al público su colección. La baronesa está deseando. Hay muchas ganas», insistía Solana en la presentación de la muestra 'Arte americano en la colección Thyssen'. «Acuerdos como este, entre una gran coleccionista y el Estado, conllevan muchos detalles y tiempo: es más fácil establecer la voluntad política de ambas partes, como así ha ocurrido, que los detalles, que los carga el diablo, como se suele decir. Pero no estamos preocupados», aseguró el director artístico de la pinacoteca.

Fue Miquel Iceta quien cerró el acuerdo con la aristócrata sobre el alquiler de su colección, de más 400 obras, poniendo fin a una tensa y larga negociación. Uno de los momentos más complicados se produjo en junio de 2020, cuando la baronesa sacó del museo el 'Mata Mua' -que se supone que desde entonces ha estado una cámara acorazada de Andorra-, 'Caballos de carreras en un paisaje' (1894), de Degas; 'El Martha Mckeen de Wellfleet' (1944), de Hopper, además de 'El puente de Charing Cross' (1899) de Monet, que podría haber vendido.

El acuerdo entre el Cultura y Carmen Cervera hizo que la pinacoteca madrileña comenzara a reorganizarse, en la primera gran reinstalación de su colección que acomete el museo desde su inauguración en 1992. Pero ahora precisa el director del Thyssen «que las colecciones seguirán partidas, a pesar de que haya alguna convergencia» entre la colección de la baronesa y la que el barón vendió al Estado. En la nueva instalación habrá 185 horas de Carmen Thyssen frente a las 250 que había antes. «La idea de la reinstalación fue consolidar la reordenación de las colecciones y darle a Carmen Thyssen un espacio más compacto», dice Solana confirmando que se reducirá el número de cuadros de la baronesa expuestos. «Se ha sacrificado el número por la claridad», resume Solana.

Habrá además más presencia de cuadros de la familia Thyssen. «Hay una tendencia creciente de los últimos años a que cada vez más los hijos del barón hagan depósitos permanentes que se renuevan cada cuatro años», confirmó Solana. «Cuando llegué aquí conseguí recuperar el 'San Sebastián' de Bernini, que pertenece a unos de los hijos del barón. Luego han venido otras obras, y ahora estamos a punto de cerrar con Francesca un depósito por cuatro años de obras antiguas y modernas», dijo Solana.

Las negociaciones a las que se puso punto final en agosto y con flecos pendientes de cerrar comenzaron en 2017. La baronesa reclamó al Estado renegociar las condiciones de la cesión al entender que el acuerdo original, firmado en 1991 por diez años y renovado anualmente desde 2011, estaba «obsoleto». Comenzaron las conversaciones ministeriales primero con Íñigo Méndez de Vigo (PP) y luego con José Guirao (PSOE) y José Manuel Rodríguez Uribes (PSOE), con quien la baronesa Thyssen cerró el acuerdo el 29 de enero, apenas dos días antes de que expirara el enésimo plazo para que la colección siguiera en Madrid. Uribes no lo pudo rubricar definitivamente en julio al dejar la cartera y el honor fue para su sucesor en la Casa de las siete chimeneas, Miquel Iceta.