El 'Retablo de los gozos de Santa María', obra maestra de Jorge Inglés, con el retrato del marqués de Santillana en su ángulo inferior izquierdo. EFE
El marqués de Santillana

Un mecenas a caballo entre los libros y la espada

El Prado y la Biblioteca Nacional exhiben los valiosos manuscritos iluminados que atesoró el noble castellano junto a pinturas de su colección no expuestas en España. «En el siglo XV la posesión de algunos libros equivaldría a tener hoy un yate o un Ferrari Testarossa», dice el comisario Joan Molina

Martes, 4 de octubre 2022, 18:35

«En el siglo XV la posesión de algunos libros equivaldría a tener hoy un yate o un Ferrari Testarossa». Lo dice Joan Molina Figueras, jefe de departamento de pintura gótica española del Museo del Prado y comisario de la muestra que la pinacoteca, junto ... a la Biblioteca Nacional (BNE), dedica al Marqués de Santillana y su excepcional legado bibliográfico y pictórico. Es un homenaje y una reivindicación de uno de los grandes mecenas de la cultura española, todo un pionero en este campo, un promotor cultural a caballo entre la Edad Media y el Renacimiento y bibliófilo,entre la espada y la poesía que atesoró una y valiosísima colección de manuscritos iluminados y algunas de las pinturas más señeras de su época.

Publicidad

Titulada 'El Marqués de Santillana. Imágenes y letras', estará en cartel hasta el 8 de enero de 2023 en ambas instituciones. «Permitirá entender y conocer mejor a una de las personalidades más relevantes de la Castilla del siglo XV», según Molina.

La muestra del Prado se articula en torno a una pieza estelar, el 'Retablo de los gozos de Santa María', cedido por la casa de Mendoza y el ducado del Infantado, que se expone desde hace más de una década en la Sala 57 A del edificio Villanueva. Concebida para una iglesia de Buitrago de Lozoya, incluye el conocido retrato del marqués y la glosa de su joyas bibliográficas.

Se muestra ahora junto al cuadro 'San Jorge y el dragón', obra también de Jorge Inglés, que por primera vez se exhibe en España desde su adquisición por la colección Leiden de Nueva York, y otras tres piezas en manos de particulares y no expuestas hasta ahora de este artista, protegido del marqués, encargado de decorar sus manuscritos e introductor del arte flamenco en Castilla

Armas y letras

La muestra pone de manifiesto el protagonismo de este noble «como innovador promotor artístico» y se complementa con los manuscritos singulares de la BNE que se muestran en el salón de lectura María Moliner, seleccionados por Isabel Ruiz de Elvira, directora del departamento de incunables y raros de la BNE. Se centra en la biblioteca personal del aristócrata, exhibiendo «piezas representativas de la tradición hispana bajo medieval las encuadernaciones del humanismo italiano y otras obras literarias escritas por el Marqués», precisa la comisaria.

Publicidad

Tres de la obas de Jorge Inglés expuestas en el Prado y procedentes de colecciones particulares. EFE

Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana (Carrión de los Condes, Palencia, 1398 - Guadalajara, 1458) fue un noble culto y poderoso. Destacado poeta e historiador de la literatura, reunió una excepcional biblioteca y realizó una activa labor de promoción artística. Sus dos grandes pasiones fueron las armas y las letras, tal y como él mismo dejó escrito en sus Proverbios: «La sçiençia non embota el fierro de la lança ni faze floxa la espada en la mano del caballero».

Como otros grandes de su época, –Enrique de Villena, el conde de Haro, el conde de Benavente y el propio rey Juan II–, se rodeó de buenos y bellos libros, todos manuscritos, ya que murió antes de que se difundieran los primeros logros de la imprenta. Involucrado en la compleja política de la primera mitad del cambiante siglo XV, participó en muchas batallas que le granjearon el reconocimiento del rey Juan II de Castilla, que le otorgó en 1445 el marquesado de Santillana, además de otros muchos señoríos. Pero su activa vida política y militar no le impidió dedicarse «con gran aprovechamiento, a la lectura y a la escritura» según los comisarios.

Publicidad

«Se relacionó con una pléyade de escritores y eruditos que fueron prescriptores de las obras a comprar», señala Ruiz de Elvira. Notables literatos como Enrique de Villena, Juan de Mena, su tío Fernán Pérez de Guzmán, o su sobrino Gómez Manrique.

Mantuvo estrecho contacto con personajes castellanos que por sus estancias en Italia trataron a humanistas de primera fila: el obispo de Burgos Alonso de Cartagena, el mecenas y bibliófilo cordobés Nuño de Guzmán o su pariente y amigo Íñigo (o Enyego) López Dávalos, camarlengo del duque de Milán y de Alfonso el Magnánimo.

Publicidad

'Scriptorium' propio

Además de adquirir copias ya existentes y encargar otras al librero y humanista florentino Vespasiano da Bisticci, el marqués quiso disponer de un 'scriptorium' propio en el que mandó traducir, copiar e iluminar para él las obras que más le interesaban. Una tarea en la que participaron diferentes letrados adscritos a su casa, muchos de ellos judeoconversos.

Uno de los libros iluminado de la colección del noble expuestos en en Prado. EFE

Son obras como la del sabio judeoespañol Maimónides, la 'Grande e General Estoria' de Alfonso X el Sabio, la 'Historia Gothica' de Rodrigo Jiménez de Rada 'El Toledano', la tercera parte de la 'Crónica de España' encargada por el aragonés Fernández de Heredia, o la 'Natura angélica' del franciscano catalán Eiximenis, que llegó a ser casi un 'bestseller' de la época. Se exhibe también 'Arbre des batailles', de Honoré Bovet, obra francesa también muy difundida por la Europa meridional. Del humanismo y el arte italiano destacan tres preciosos códices florentinos: dos obras de Petrarca y Boccaccio, y la traducción al toscano de las obras de Cicerón.

Publicidad

El 'Retablo de los gozos de Santa María' es la obra maestra de Jorge Inglés. Depositada en el museo en 2011 por Íñigo de Artega y Martín, XIX Duque de Infantado, se reúne de manera excepcional con las otras cuatro obras del mismo autor «que testimonian el protagonismo del Marqués de Santillana en la asimilación de nuevas fórmulas pictóricas de inspiración flamenca en Castilla» como la citada 'San Jorge y el dragón' y las tres tablas que formaron parte del retablo de la Virgen de Villasandino en Burgos.

Joan Molina destaca «el cosmopolitismo y el pluralismo estético» de una figura crucial para su época. También el valor de los libros expuestos como instrumento de intercambio «muy codiciados y costosísimos» y usados en su día como un «bien muy apreciado para el ejercicio de la diplomacia». Son manuscritos suntuosamente iluminados del siglo XV, una centuria de cambio y crisis, que ponen de manifiesto los innovadores gustos estéticos de Íñigo López de Mendoza, «que van desde la aceptación de las propuestas del realismo flamenco, hasta la renovadoras decoraciones desarrolladas en la Italia del Renacimiento». Junto a ellos se exhiben también un relieve de la efigie de Alfonso V el Magnánimo y dos medallas de Pisanello.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad