Secciones
Servicios
Destacamos
Mario Vargas Llosa sabía que tenía los días contados. Hace cinco años se le diagnosticó una «grave» e «incurable» enfermedad que el premio Nobel decidió ... no hacer pública. Solo su familia y su entorno más próximo estaban al tanto del fatal diagnóstico, y fueron respetuosos con la decisión del premio Nobel de Literatura de mantenerlo en secreto.
Con todo, un abogado chileno próximo a la familia ha hablado de neumonía como causa del deceso. Una afección que podría ser un daño colateral de la afección que sufría y que no le afectó a sus capacidades cognitivas. Fuentes de su entorno más cercano niegan así que padeciera ELA o alzhéimer y destacan que nunca se vio comprometida su lucidez a pesar del evidente deterioro físico.
«Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz», escribió en la madrugada del lunes Álvaro Vargas Llosa, hijo mayor de escritor en su cuenta en X sin dar precisiones sobre la afección que sufría su padre. Tampoco dio detalles su nieta Josefina en la emotiva carta que publicó en redes el lunes, dándole las gracias a su abuelo «por luchar con tanta valentía contra tu enfermedad».
Mientras que la «tribu» hacía piña en torno al patriarca, que había decidido regresar a Perú para pasar sus últimos días en los escenario donde transcurrió su adolescencia, recreados en geniales novelas como 'La ciudad y los perros y 'Conversación en La Catedral', un amigo cercano del novelista peruano-español, el abogado Enrique Ghersi, sí se ha referido la posible motivo del deceso. «Una neumonía ha sido finalmente la causa de su fallecimiento. Eso es muy triste», aseguró Ghersi en el programa de televisión peruana Panorama.
Noticias relacionadas
El abogado tuvo «la suerte» de ser invitado hace apenas quince días en Lima a la última celebración del último cumpleaños del escritor, con quien mantenía «una muy larga amistad». «Él ya estaba mayor, pero la pasó muy bien, hizo chistes, le cantamos y comió tarta. Estuvo muy contento, muy feliz, porque vino gente del extranjero, familiares... Todo el mundo estuvo presente, y fue muy emotivo. Nadie pensó que dos semanas después íbamos a tener la triste noticia de su fallecimiento», ha detallado el letrado, confirmando la plena lucidez del escritor.
«Estas enfermedades pueden ser muy complicadas y lamentablemente se nos ha ido», dijo sobre la afección que padecía el escritor, a quien definió como «un luchador» y un «héroe de la libertad».
Fue en el verano de 2020, en plena covid, cuando Vargas Llosa supo que estaba muy enfermo y decidió ocultarlo. «Su entorno más íntimo lo sabía», confirma un antiguo editor de Vargas Llosa con el que mantuvo contacto hasta hace unos meses. «No estaba pletórico, pero si lúcido», señala.
Entonces Vargas Llosa convivía con Isabel Preysler, pareja con la que rompería en 2022. Tras la ruptura, restableció la maltrecha relación con su familia y reanudó la convivencia con Patricia Llosa, madre de sus tres hijos: Álvaro, Morgana y Gonzalo, a quienes había escrito una carta nada más conocer de su grave situación médica. Precisaba en la misiva que la enfermedad era grave, sin cura posible en su caso, pero para la que había tratamientos que podían retrasar el desenlace final, según ha revelado el periodista Martín Bianchi en El País.
La 'tribu' de los Vargas Llosa reaccionó como el escritor esperaba y pronto se diluyeron los reproches, las desavenencias y los desencuentros surgidos en 2015, cuando el escritor dinamitó su matrimonio de medio siglo con Patricia Llosa para iniciar una relación de «adolescente enamorado» con Isabel Preysler. Durante la pandemia pasó el confinamiento en casa de ella, en la lujosa urbanización Puerta de Hierro de Madrid. A pesar del acoso de la prensa del corazón, logró ocultar sus frecuentes revisiones médicas. Pese al diagnóstico, no canceló ningún compromiso y mantuvo sus rutinas. Asistió a la Feria de Libro de Lima y viajó a Alaska y Marbella con Preysler. En abril de 2022 ingresó en la clínica madrileña donde se le trataba y su hijo Álvaro aseguró de nuevo que la hospitalización se debía al Covid 19. Ocho meses después se quiebra su relación con Preysler.
En mayo del 23 ingresó en la Academia Francesa en París, en un solemne acto en el que le arroparon Patricia Llosa y sus tres hijos, el rey emérito Juan Carlos I y la infanta Cristina. Un mes después ingresaba de nuevo en la clínica madrileña donde se trataba su enfermedad. Su familia volvió a comunicar que el motivo era la covid. Pero en octubre anunció su retirada con una discreta nota al final de su última novela, 'Le dedico mi silencio'. En diciembre dijo adiós al columnismo en el que tanto brilló y publicó su última 'Piedra de toque', tribuna que apareció durante 33 años en un puñado de diarios a ambos lados del Atlántico.
Antes de regresar a Perú viajó a Grecia con su familia y disfrutó de unos días en Madrid, rodeado de sus libros en su casa de la calle Flora, cercana al Palacio Real. Se le pudo ver más delgado y algo desmejorado. Había decidido ya pasar sus últimos meses de vida en su añorada Lima, atendido en su propia casa por un equipo médico y rodeado de los suyos que el arroparon hasta el final.
«Detesto el deterioro. Las ruinas humanas. Es algo terrible, lo peor que podría pasarme. Por ejemplo, ahora tengo problemas de memoria. La memoria la tuve siempre muy lúcida. Recordaba las cosas, y noto cómo se ha empobrecido» se lamentaba entonces un Vargas Llosa había decidido afrontar con serenidad un final al que se había referido en varias ocasiones y al que esperaba empuñando la pluma.
«La muerte no me angustia», reconocía dos años antes de recibir su fatal diagnóstico en un acto organizado por la Fundación Nobel en Madrid. «La vida tiene eso de maravilloso: si viviéramos para siempre sería enormemente aburrida, mecánica. Si fuéramos eternos sería algo espantoso. Creo que la vida es tan maravillosa precisamente porque tiene un fin. Me gustaría que la muerte me hallara escribiendo, como un accidente, que venga a interrumpir como algo accidental una vida que está en plena efervescencia. Ese sería mi ideal».
«Ser inmortal me parecería aburridísimo. Mañana, pasado, el infinito… No. Es preferible morirse. Lo más tarde posible, pero morirse», recalcaba en otra entrevista en febrero de 2023 en la que se negó a hablar de su separación días antes de ver cumplido su sueño de ingresar en la Academia Francesa a pesar de no haber escrito nunca en la lengua de Molière.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Detenida la influencer Marta Hermoso por un robo millonario en un hotel de Madrid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.