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En la columna anterior me comprometía a continuar con un tema, no esotérico, ni religioso, sino humano: la compasión. Y por ello, traigo a colación a un gran escritor, León Tolstói, que nació en la comodidad de la aristocracia rusa, pasó por avatares bien diferentes ... y cayó en una gran depresión a los cincuenta años. Ni su condición de conde, ni ser uno de los hombres más ricos de su país, ni ser famoso por su literatura en todo el mundo mitigaban su infelicidad.

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larioja Con pasión y compasión