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Contemplo el clamor que levanta la Roja, cuando gana, y felicito desde aquí a la selección y a su entrenador principal, el jarrero Luis de la Fuente Castillo, por el trabajo realizado hasta el momento en el que escribo esta columna, pues desconozco el desenlace ... final de la Eurocopa. Es obvio que si la Roja obtiene su cuarta copa el estruendo y la emoción serán extraordinarios. Si no ocurriera, la pasión —como en otras ocasiones y como en muchos de los partidos de esta índole— suele rebajarse e incluso llegar a la denostación. Y si eres un atento seguidor de este deporte y de los partidos retransmitidos podrás observar con qué facilidad los comentarios elevan a la cumbre a un jugador o a un equipo por una jugada, y en el minuto siguiente, por otra fallida, se les reprueba con gran énfasis. Pero no hablaremos de fútbol, simplemente comento lo que observo. En esa observancia del deporte más mundial y de las celebraciones en el calendario, compruebo que, por supuesto, el fútbol tiene su Día Mundial. Una fecha recientemente inaugurada. Ha sido este 7 de mayo cuando la Asamblea de las Naciones Unidas, recordando el centenario de los Juegos Olímpicos de Verano de París, el 25 de mayo de 1924, en el cual estuvieron representadas todas las regiones por primera vez en la historia, decidió esa fecha del 25 de mayo para proclamarla Día Mundial de Fútbol.

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larioja «Galeano y La Roja»