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Éranse dos campesinos cuyos campos eran colindantes. Habían heredado las tierras de sus padres. Por la franja norte de ambas fincas discurría una acequia que habitualmente alojaba abundante agua utilizada por todos los vecinos de la zona.

Un día el labrador, llamémosle A, decidió que ... estaba harto de compartir el agua. Alegó que aquella acequia fue construida por sus antepasados y colocó unas compuertas para preservar su regadío, en detrimento del de los demás.

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larioja El agua y la acequia