Villavelayo
Mañana de paseo con Ana María MatuteSecciones
Servicios
Destacamos
Villavelayo
Mañana de paseo con Ana María MatuteAna María Matute fue una de las más destacadas escritoras de la España del siglo XX. Nacida en Barcelona en 1925, en el seno de una familia burguesa, cuando era pequeña tuvo que trasladarse a la localidad de sus abuelos, la riojana Mansilla de la Sierra, con el fin de mejorar su delicada salud. Allí, entre montes, pasó gran parte de la infancia y siguió visitándolos durante su vida adulta, hasta la muerte, que le llegó en 2014.
Matute siempre reconoció que aquellos paisajes, gentes y tradiciones fueron una influencia fundamental en su literatura. Algo que claramente se ve en obras tan celebradas como 'Paulina' (1960) o 'El río' (1963). Es por ello que, a lo largo de los últimos meses y con el fin de recuperar la memoria y homenajear a tan distinguida escritora, se han desarrollado una serie de paseos literarios que han recorrido los lugares que la inspiraron. Desde Villavelayo hasta la propia Mansilla de la Sierra.
El último de esos paseos tuvo lugar este sábado, a pesar de la implacable lluvia. Financiados por la administración pública y organizados por la compañía teatral Zarándula, los paseos han sido escenificados por cuatro actores profesionales. El último de ellos corrió a cargo de Esther Sanz y Jorge Mazo. La primera hizo el papel de la propia Ana María, leyendo fragmentos de sus obras, que aludían a cada uno de los sitios marcados en la ruta. Por su parte, Mazo dio el contrapunto cómico con el personaje de Roberto, un agente forestal.
Cada vez que Matute (Sanz) leía alguno de sus cuentos, Roberto (Mazo) relataba vivencias o anécdotas de esta zona de Las 7 Villas. Por ejemplo, sobre el origen del nombre Sierra de la Demanda –por un litigio entre riojanos y burgaleses–, la similitud entre el libro 'Paulina' de Matute y el famoso 'Heidi' o cómo los pastores de la zona contaban detalladamente el número de ovejas que tenían, haciéndolas pasar por los puentes urbanos de Mansilla.
1 /
Las de este agudo agente forestal no fueron las únicas anécdotas que se escucharon durante el paseo. Resulta que dos de las señoras del público, Begoña y Angelines, llegaron a conocer en vida a la escritora y a tratar estrechamente con ella. De hecho, Angelines –en las fotos, con un chubasquero azul– regentaba un restaurante en Villavelayo donde Matute gustaba de ir a comer cada vez que visitaba la sierra. «Su plato favorito eran los huevos fritos, siempre que venía a comer los pedía», contaba la vilaya. De esos ratos que compartieron juntas, Angelines dedujo que su obra a veces era oscura porque «la vida fue dura con ella, con su primer marido lo pasó fatal».
A pesar de las adversidades, Matute nunca perdió el cariño por la comarca de sus abuelos, donde forjó vínculos para toda la vida. «Cuando necesitamos libros para la biblioteca municipal de Villavelayo ella nos mandó una gran caja llena de ejemplares», relatan entre Angelines y su paisana Begoña. De hecho, esta última guarda tan buen recuerdo de la escritora esta fue la tercera vez que hizo el paseo literario. Es por ello que Begoña no dudó en aplaudir y alabar los pasajes recitados por Esther Sanz. Algunos de ellos, como los que hablaban de la desaparición del antiguo Mansilla bajo el embalse, fueron particularmente emotivos.
Incluso la lluvia matinal y la niebla emanante de la montaña acrecentaron ese tono bucólico que hizo que el paseo ganara una enorme autenticidad y trascendencia. Fenómenos meteorológicos, por otra parte, muy vinculados a Matute, pues el origen de la fortuna de su familia provenía de su condición de dueños de una fábrica de paraguas catalana.
Al finalizar el paseo, de hora y media, los actores reconocieron la satisfacción que les ha proporcionado representar esta actividad. «A mí me ha ayudado a profundizar en la obra de Matute, a la que ya conocía antes, pero que ahora recomiendo mucho», aseguraba Sanz. «Para mí, ha sido una manera de descubrir estos bellos paisajes», replicaba Mazo. Ahora, aunque ya no sea con intérpretes de carne y hueso, se podrá seguir disfrutando del paseo gracias a los carteles y QR instalados en Mansilla y Villavelayo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.