Logroño suprime las Jornadas de Poesía tras 26 ediciones y 200 autores españoles y americanos

Desde el Consistorio únicamente se ha hablado de la «necesidad de explorar formatos nuevos». Fue la sucinta respuesta que la concejala de Cultura, Rosa Fernández, dio a la prensa este lunes al presentar un programa municipal de nueva creación: las I Jornadas Logroño Poético, un encuentro de conferencias en torno a la poesía que se celebrará del 5 al 10 de abril en el CCR y la Biblioteca Azcona. Nada que ver, al menos sobre el papel, con las Jornadas de Poesía en Español, una veterana iniciativa, consolidada en el calendario local, con cierto renombre en el panorama literario nacional y una innegable vocación hispanoamericana desde sus comienzos.

El propio concejal Miguel Sainz las ponderaba así solo hace un año al presentar la 26.ª edición, cuando nadie podía sospechar que sería la última: «Con el paso de los años –decía entonces el responsable de Promoción–, las Jornadas de Poesía se han convertido en una de las citas más importantes de Logroño con la literatura, junto con otras iniciativas como el Festival de Narrativas 'Cuéntalo', con las que el Consistorio apuesta por la dinamización del panorama cultural de la ciudad».

Esa apuesta, ahora, resulta discutible. El prestigio de las Jornadas, en cambio, lo avala su nómina de participantes desde la primera edición en mayo de 1999, con Jon Juaristi y Luis Alberto de Cuenca, padrinos de una iniciativa que enseguida mostraría su deseo de servir de puente entre las dos orillas del Atlántico.

Aquí leyeron su poesía y hablaron libremente los poetas cubanos Rafael Alcides, Raúl Rivero, Manuel Díaz, Orlando González Esteva y Elena Cruz Varela; los chilenos Roberto Bolaño, Gonzalo Millán, Óscar Hahn, Omar Lara, Manuel Silva y Bruno Montané; los argentinos Rafael Oteriño, Ricardo H. Herrera, Alejandro Bekes y Pablo Anadón; los peruanos José Watanabe, Carmen Ollé y Rosella di Paolo; la uruguaya Cristina Peri Rossi, el colombiano Darío Jaramillo, el venezolano Eugenio Montejo, el mexicano Orlando Guillén...

Todos ellos arribaron a Logroño, junto con otros muchos poetas españoles y riojanos, y lo convirtieron en puerto de mar en el que por unos días encontraban poesía y libertad de expresión.