Logroño redescubre las plazas italianas

Hay algo hipnótico y fascinante, casi onírico, en estas fotografías. Están las plazas italianas –plazas que conocemos de sobra, que hemos visto en películas, que a veces hemos visitado, que hierven de ruido y de vida– vacías, desnudas, solitarias, silenciosas. «Las imágenes nos permiten descubrir la belleza y la limpieza de su arquitectura, pero a los diez minutos empezamos a echar de menos a los niños que corren, a los grupos de adolescentes, a los turistas sorprendidos. Una plaza vacía no es una auténtica plaza», reflexiona por videoconferencia desde Roma Marco Delogu, coordinador del proyecto.

La idea surgió en pleno confinamiento. «Por desgracia todos hemos sufrido el golpe de la pandemia, que ha destruido gran parte de nuestro tejido social –explica Delogu–. Quisimos en primer lugar extraer algo positivo de ese sufrimiento: la posibilidad de ver estas plazas como jamás se habían visto. Era una ocasión única. Si alguien nos llega a decir que un día íbamos a ver la piazza di San Marco, en Venecia, completamente vacía en un día soleado lo hubiéramos ingresado en un psiquiátrico. Y sin embargo así estuvo durante días y días». Varios de los mejores fotógrafos y escritores italianos trabajaron sobre las plazas que sentían más cercanas. Esas imágenes y esos textos cuajaron en una publicación, 'Le piazze (in)visibili', y en la exposición que desde este miércoles se puede presenciar en el Centro Fundación Caja Rioja La Merced.

La muestra, que ha visitado ya Pamplona y Sevilla, llega ahora a Logroño de la mano del Instituto Italiano de Cultura de Madrid, de la embajada italiana y de la Asocación Italo-riojana 'Due passi', con el apoyo del Ayuntamiento de Logroño y de Fundación Caja Rioja-Caixabank. La presidenta del Instituto Italiano de Cultura de Madrid, Marialuisa Pappalardo, se dice orgullosa de poder ofrecer «un viaje al descubrimiento de Italia que es, a la vez, un viaje íntimo. Las plazas están como suspendidas, sin el elemento humano..., parecen cuadros metafísicos». Una idea que también esgrime la concejala de Cultura de Logroño, Carmen Urquía: «Cuando vemos las plazas así, sin gente, es como si hubieran perdido su esencia. Se convierten en otra cosa diferente, sugerente, que te hace pensar».

Cada fotografía está acompañada por un texto en el que un escritor vinculado sentimentalmente con la plaza retratada expresa sus sensaciones e inquietudes. Hay lugares muy bien conocidos (La piazza Navona de Roma, la Santa Croce de Florencia, la piazza San Marco en Venecia) y otros más escondidos, pero dignos de una sorprendente visita (L'Aquila, Lugo, Carpi). «A mí me encantan las de los pequeños pueblos, es una posiblidad de descubrir algo más de Italia y me siento orgullosa de compartir esto con los españoles», apostilla Pappalardo.

La cónsul honorario de Italia en Navarra y La Rioja, Luciana Schiavarelli, principal artífice de que la muestra haya recalado en Logroño, confiesa que desde que vio el libro quiso traer la exposición: «Esto me da la oportunidad de traer un trocito de mi país a La Rioja, que siempre acoge muy bien todo lo que se refiere a Italia». Por su parte, el director de la Fundación Caja Rioja, Carlos Fuentes, celebró que sea esta la exposición con la que el centro reanude su actividad de la mano de Caixabank: «Uno siempre se imagina una plaza llena de vida –apunta–, pero esta es una ocasión única de contemplar sus detalles arquitectónicos más ocultos».

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