«Se dieron una serie de condiciones para que la cultura se extendiera»

Marcelino Izquierdo, autor del libro «La movida riojana», cuenta como la movida madrileña se extrapoló a todas las comunidades autónomas incluida La Rioja. En sus páginas recoge como afectó este movimiento a la región. La sociedad, tras el fin de la dictadura y con la transición, tenía hambre de cultura. A consecuencia, llegó a la ciudad mucho arte, mucha literatura y mucha música.

En este tiempo, en los años 80, llegaron a la región de tres entidaes educativas: El Colegio Universitario, la Univeridad Laboral y la Uned. Lo que supuso que vineran «decenas y decenas de profesores con muchas ganas de hacer y más de dos mil estudiantes que se quedaron aquí y crearon ese caldo de cultivo». Ellos se convirtieron en los principales clientes y consumidores de esa cultura.

Los bares también tuvieron mucho que ver. Entonces el 'Bar Merlín', un bar moderno lleno de humo y de música en la calle Portales, gestó las ganas de esa «precuela». Luego se abrieron otros garitos como el 'Trébol' y el 'Tifus' y poco a poco «se fueron dando una serie de condiciones para que la cultura se fuera extendiendo», asegura Marcelino.

Antes no había nada. Ahora nos parece normal terner cines, teatros, sala de exposiciones y planes de ocio pero hace tan solo unos años no era así. De hecho, el autor afirma que «un 80% de lo que tenemos ahora se creó entonces». Como el primer festival de teatro, en el año 79, que tenía lugar en el antiguo almacén de la Tabacalera, lo que ahora es la sala 'Amós Salvador'. La gente se sentaba en «aquellas sillas de tijera, que eran tan incómodas que ya no sabían ni como ponerse», pero la gente quería cultura, fuera como fuese.

Este libro es fruto de un suplemento que Marcelino Izquierdo coordinaba con Monste Ramirez para Diario LA RIOJA, y con él artistas que han tirado hacia adelante de la cultura como Santiago Tabernero, Ignacio Faulín o Bernardo Sánchez.

• Temas
• Diario La Rioja
• Tabacalera
• UNED
• La Rioja
• libro