Hatshepsut, brillo bajo la sombra de Cleopatra

«Fue una mujer extraordinaria y una reina con mayúsculas que vivió en un mundo evocador y de ensueño», explica Cabanas, que confiesa las dificultades para documentarse sobre un personaje histórico al que las posteriores purgas de la historia condenaron al olvido, destruyendo los papeles que hablaban de ella y también su inmenso legado arquitectónico. Edificó la Capilla Roja del templo de Amón, en Karnak, y mandó hacer los obeliscos más grandes que hasta entonces habían visto los egipcios con la piedra de las canteras de Asuán. Pero sin duda fue su propio templo funerario, el «sublime de los sublimes», como se le llamó en la época, su monumento más importante, con una estructura de largas terrazas y rampas que lo hacían confundirse con el entorno.

«En una época muy difícil, logró 22 años de paz y gobernó con sabiduría y poder sobre miles de hombres que conformaban su ejército», cuenta Cabanas. Pero Hatshepsut se vio envuelta en guerras sucesorias y «en la posteridad se persiguió su memoria», asegura este escritor, que ha hecho de Egipto la base de su obra. 'El ladrón de tumbas', 'La conjura del faraón', 'Los secretos de Osiris', 'El sueño milenario', 'El hijo del desierto', 'El secreto del Nilo' y 'El camino de los dioses' son algunos de los libros de Cabanas. «Con Egipto ocurre algo fascinante. Como los datos son muchas veces frágiles, el novelista tiene la posibilidad de ordenar las dietas y plasmar los hechos como estamos seguros de que ocurrieron. En general, la suerte de escribir novela histórica es que te puedes salir del guión», asegura.

«Egipto tiene magia, especialmente el Egipto Antiguo. Ellos se veían como el pueblo elegido y lo más extraordinario es que aproximadamente el 70% de su cultura continúa oculta bajo la arena. Cada día descubrimos algo nuevo que cambia la historia como la concebíamos», asevera Cabanas. «Somos hijos de la cultura griega, pero todos los sabios griegos, desde Platón hasta Arquímedes, estudiaron en Egipto», concluye Cabanas.