Cristian Schleu
Secciones
Servicios
Destacamos
Cristian Schleu
Los ciudadanos de Londres no salen de su asombro. Desde hace unas semanas, en distintas localizaciones de la ciudad, han ido apareciendo una serie de cadáveres con una peculiaridad muy gastronómica: las víctimas, sentadas a la mesa, tienen el abdomen abierto y sin vísceras, dejando ... al descubierto un agujero en cuyo interior se encuentra el bolo alimenticio perfectamente presentado y emplatado. El asesino se oculta detrás de @BloodyMary, una cuenta de Instagram desde la que sube fotografías de los desquiciados platos antes de que la policía encuentre a la víctima. Incapaces de dar con el culpable de tan atroces crímenes, Scotland Yard se pone en contacto con Philippe Bouvier, un chef del prestigioso restaurante londinense The White Spoon, y su inseparable ayudante japonés Tsu. Ambos dejarán a un lado su trabajo para alcanzar la segunda estrella Michelin con la intención de dar caza a un asesino que cada vez se intuye más cerca de la pareja de cocineros.
Así comienza 'Muerte en tres texturas', una de las dos referencias con las que la editorial Planeta inaugura su nuevo sello, NdeNovela. Detrás de esta historia, que combina la tensión del thriller psicológico con el ritmo frenético de la cocina profesional, se encuentra Cristian Schleu (Barcelona, 1976). Hijo de una enfermera alemana y un músico catalán, el autor debuta con esta historia que aúna dos de sus pasiones: la escritura y los fogones, intereses que ha alimentado desde pequeño.
«Mis amigos siempre me han dicho que, cuando cuento una historia entro tanto al detalle que la gente las visualice mucho, así que escribir no sé si estuvo al principio, pero siempre tenía ideas y eso hizo que desembocara en la publicidad», cuenta Schleu al otro lado del teléfono. Director creativo y 'copywriter', Schleu dios sus primeros pasos en el ámbito laboral en Publicis Casadevall Pedreño PRG, donde pensaba y redactaba ideas para entidades y marcas como Cruz Roja, Nike o Casa Tarradellas, y después pasó por Tapsa FCB y Dayax, hasta que tras diez años de intenso trabajo llegó «a un pico de estrés muy alto» y decidió dejar la publicidad en favor de la cocina. «Coincidió con que tenía la oportunidad de abrir un local y empecé a estudiar cocina en una escuela de hostelería en Barcelona», explica. Tras seis años a los mandos de dos restaurantes propios, Helsinki y Le Coq & The Burg, Schleu volvía al mundo de la publicidad.
Parecía inevitable, pues, que en su primera novela aunara ambas pasiones. «Ha sido todo como muy orgánico. Tenía que empezar por aquí, qué mejor manera que fusionar la escritura y la cocina», subraya. 'Muerte en tres texturas' comenzó a hilvanarse cuando el escritor ya estaba pensando en traspasar su segundo negocio y comenzaba a reactivarse en el mundo de la publicidad. Había cogido la moto para acercarse a la agencia de publicidad para la que estaba haciendo unos trabajos como freelance y pasó por delante de un restaurante donde hacían «unos garbanzos superbuenos».
A apenas unos metros, vio un accidente de moto y una persona tendida en el suelo, a la que trataba de socorrer el personal de una ambulancia. «Solo vi las piernas, pero mi cabeza se disparó y empezó a imaginar lo peor: heridas abiertas, fracturas, estómago perforado... Hice el vínculo con el restaurante: 'A lo mejor se encuentran esos garbanzos', pensé». A partir de ahí empezó a conectar distintas ideas y surgió la trama detectivesca. «Como de detectives e inspectores ya había mucho escrito, ¿por qué no un chef para investigar o al menos ayudar de manera directa a resolver los casos?», se preguntó. Y ese fue el germen.
Para dibujar a sus dos protagonistas, el escritor tomó prestado rasgos de varios perfiles de cocineros a los que había conocido a lo largo de sus años como chef. «En el segundo restaurante tuvimos trabajando a mucha gente de Filipinas, India,... la cocina y tanta multiculturalidad lo que hacen es abrirte la mente», señala. La novela llega además cuando la gastronomía está de plena actualidad: los cocineros son tratados como estrellas del rock, los 'realities' sobre los fogones han puesto de moda ciertas palabras y los comensales no paran de fotografiar platos. Cabe preguntarle si hay una intención de criticar cierta burbuja. «Sí, sí, hay una doble lectura, ¿no? Como en todos los vicios, en la dosis está el control», afirma quien reconoce que se apoyó muchísimo en todos estos aspectos para elaborar la novela.
Profesor de Narrativa en la Barcelona School of Creativity, asegura que buena parte de su fuente de inspiración a la hora de construir la novela está en los anuncios y el cine. «La publicidad me ha ayudado a utilizar estos recursos tan audiovisuales que ofrece el libro, a este tono tan directo y a los 'cliffhangers' que te dejan con ganas de más». Ahora bien, ¿tienen algo en común cocinar y escribir? «Tienen ese punto de estrés vinculante, o sea, ese estrés que gusta, que te quedas enganchado. Y tiene esa conexión también con el cliente final. O sea, tú cuando cocinas, quieres que el comensal haya tenido una experiencia superagradable, que haya estado bien en tu local, que le haya gustado la comida, que se haya sentido bien tratado... Y en ese sentido estableces una conexión con el comensal, que también la estableces como escritor con el lector».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.