![Blue Jeans: «Soy como un picapedrero, un obrero de las palabras»](https://s3.ppllstatics.com/larioja/www/multimedia/202005/31/media/cortadas/entrevista-blue-jeans-k3cC-U110357569200boG-1248x770@RC.jpg)
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Ocho editoriales le dieron calabazas con su primera novela. Pero Francisco de Paula Fernández González (Carmona, 1976) no se desanimó. Se reinventó como Blue Jeans y la colgó en internet. Doce años después publica su decimotercera novela en papel, 'La promesa de Julia' (Planeta). Concluye con ella la trilogía del 'La chica invisible', que veremos en una serie. Se pasó del romanticismo juvenil al 'thriller', del amor a la sangre, inspirado por su idolatrada Agatha Christie, y sigue picando piedra literaria sin desmayo. Soñó con ser periodista deportivo, pero hoy vive el sueño del triunfo y encandila a las adolescentes con unas historias de las que ha vendido más de millón y medio de copias.
-¿De dónde viene su seudónimo?
-De una canción del grupo 'Squeezer'. No quería que nadie, ni mi familia ni mis amigos, supieran que era yo quien escribía en Internet y adopté ese 'nick'. Es una canción bastante mala que habla de cómo te quedan los vaqueros en verano. Everest, mi primera editorial, decidió mantenerlo.
-¿Imaginó así el viaje que inició con 'Canciones para Paula'?
-Jamás. Es una pasada publicar trece libros. Un sueño. Y más que escribir sea mi profesión. Hice periodismo y mientras buscaba trabajo escribí una novela de misterio a lo Agatha Christie. La rechazaron ocho editoriales. Los rechazos son habituales y te ayudan a comprender que nada es fácil.
-Su primera vocación era ser periodista deportivo ¿Por qué se frustró?
-De nuevo nadie me hizo caso. Empecé Derecho y vi que no era lo mío. Me licencié en Periodismo e hice un máster de información deportiva. Mi sueño era acabar en 'Marca', 'As' o en 'Carrusel Deportivo'. Hoy me siento un privilegiado. Vivo otro sueño, el del éxito, pero sé que puede acabarse mañana mismo si no me lee nadie.
-Empezó con el misterio, se pasó a lo romántico y vuelve al 'thriller'.
-He ido haciendo lo que tocaba. Me etiquetaron como autor de novela romántica juvenil, pero he tratado muchos temas. Escribo novelas realistas sobre las cosas que les pasan a los chicos de hoy. Tras la tercera, la editorial me propuso un cambio de registro y el lector, que ha crecido conmigo, lo aceptó. Esta es un 'thriller' policíaco, pero recupera la esencia de mis diez primeros libros. Habla de amor y desamor, de amistades peligrosas y temas que interesan a los jóvenes. He intentado que sea lo más Blue Jeans posible.
-¿Por qué siempre hace trilogías?
-No sabría explicarlo. Como tampoco qué mis protagonistas sean chicas. Ha salido así. No premedito nada. Quizá lo próximo que haga es un libro autoconclusivo o una tetralogía. Lo importante es no engañar al lector y ser honesto. Si no tienes nada más que contar, no alargues la historia porque sí. No me da ninguna pena despedirme de mis personajes.
-¿Ha sentido alguna vez que no tenía nada más que contar?
-Nunca. Escribir es mi trabajo. Soy un picapedrero de las palabras, un obrero de la literatura que se esfuerza cuanto puede. Pico mucha piedra durante ocho o diez horas diarias. He superado trece veces el reto de concluir una historia. Mi musa es teclear de lunes a domingo. Durante años lo he hecho en la misma cafetería. Ahora, pandemia y mudanza mediante, en casa.
-¿Conoce la clave de su éxito?
-No. Quizá tenga que ver con mi presencia en las redes sociales, que gestiono en persona. Tengo 172.000 seguidores en Twitter, 75.000 en Facebook y 73.000 en Instagram. Llevo más de 150.000 tuits y respondo a todo. También con ser muy próximo al lector y demostrarlo en las firmas. He hecho casi 500 en España y América. Otra clave podría ser la actualidad de los temas, un lenguaje muy directo, más atento a los sentimientos que al entorno de los personajes, y que los chicos se identifican con ellos.
-Más bien las chicas, ¿no?
-Ellas leen más y a los chicos parece que todavía les da miedo el tema de los corazoncitos. Le tienen un poco de pánico y piensan que son cosas de chicas. Pero no escribo ni para los chicos ni para chicas. Ni para jóvenes ni para adultos.
-¿Es más de Agatha Christie o de Sherlock Holmes?
-Me gustan mucho los dos. Conan Doyle era el referente de Agatha Christie, como ella es el mío. Devoraba sus libros de joven y ahora recurro a su estructura clásica.
-Hasta ahora le llamaban el Federico Moccia español ¿Le molesta?
-En absoluto. Me lo tomé como un halago. Fue un recurso de mis editores, pero hace tiempo que no me lo dicen. Como ahora me he pasado al crimen y al misterio, quizá me llamen Agatho Christo.
-¿Se ve transitando otros géneros?
-Quién sabe. Lo único que supongo que no haré nunca es terror ni poesía. No me gusta cerrarme puertas. Seguiré mi instinto y el consejo de mis editores.
-¿Qué puede avanzar de la serie?
-Nada. Una productora potente tiene los derechos. Tenemos pendiente una reunión con guionistas y productores. No es fácil. Hay que convencer a una plataforma.
-¿Quién querría que encarnara el personaje de Julia?
-No entraré en ese jardín. Los lectores no dejan de preguntarme por los 'castings' y hay muchas lectoras que querrían ser Julia y se postulan. Les repito que yo ni pincho ni corto nada en la serie. Ahora saldrá un cómic de la trilogía y el libro se va publicar en China. Es en eso en lo que estoy.
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