Un Ray Loriga entre Kafka y Orwell gana el Alfaguara de novela

«Es una historia kafkiana y orwelliana sobre la autoridad y la manipulación colectiva, una parábola de nuestras sociedades expuestas a la mirada y al juicio de todos», había dicho antes el jurado que le otorgó el galardón y que presidía la escritora mexicana y Premio Cervantes Elena Poniatowska. «Sin caer en moralismos, a través de una voz humilde y reflexiva con inesperados golpes de humor», Loriga «construye una fábula luminosa sobre el destierro, la pérdida, la paternidad y los afectos», decía el acta.

«No sería quien soy ni estaría aquí sin Juan Rulfo. Todo lo que haya medianamente inteligente en mis libros procede de la alargada sombra del autor de 'Pedro Páramo'. Sin Rulfo no habría cogido nunca el lápiz», aseguró Loriga, que celebró «la riqueza de la lengua común de las dos orillas».' Rendición', la mejor entre los 665 originales que participaron en esta XX edición del galardón, se presentó con el titulo provisional de 'Victoria' y bajo el seudónimo de Sebastián Verón.

«¿Qué pasa cuando nos quitan las flores del jardín, cuando desaparecen los muebles y te preguntas qué ha pasado y quién eres de verdad?», se cuestionó Loriga para ofrecer claves sobre la intención de una novela que él mismo situó en la tradición de las de Kakfa y Thomas Bernhard». «Cuando uno de mis primeros libros salió en Estados Unidos me dijeron que no parecía español. ¿Qué, tienen que salir toreros?, me pregunté. Parecía que estábamos obligados a un folclorismo que se diluye leyendo a Kafka o Bernhard. En ese escarabajo de La metamorfosis' o en el sótano de Bernhard, que está en cualquier ciudad, es dónde está cualquier hombre», dijo Loriga.

El protagonista de 'Redención' es un narrador sin nombre, recurso habitual en las ficciones de Loriga. Un padre con hijos que luchan en una guerra de la que no se dan detalles, de la que no se sabe qué país es el agresor y cuál el agredido. En ese clima de incertidumbre vive un matrimonio que adopta a un refugiado, como el marido, y parten hacia una «ciudad transparente» en la que no se permiten ni secretos ni paredes. «Es una novela de retrofuturo, con un presente que podría ser éste y que avisa de cómo podría ser el futuro próximo», plantea su autor. La trama «sorprende a cada página hasta conducirnos a un final impactante que resuena en el lector tiempo después de cerrar el libro», señalo el jurado.

Andrés Neuman, escritor argentino y miembro del jurado, definió la novela de Loriga como «una fábrica de sombras» que situó «en un género raro: la picaresca de ciencia ficción». Una definición que no desagradó al autor. «Cuando leí 'El guardián entre el centeno' de Salinger pensé que era como 'El Lazarillo de Tormes' con Nueva York detrás. La picaresca es la situación de una persona al socaire de las circunstancias y cómo se protege de ellas, y algo de eso hay en esta novela», concedió Loriga. «El Alfaguara es un premio limpio; me lo dan cuando cumplo cincuenta años y se cumplen veinticinco de mi primera novela», se ufanó el ganador de un galardón «inocente y que celebra al literatura».

Guionista y director de cine

Guionista y director de cine, además de escritor, Ray Loriga, Jorge Loriga Torrenova en su DNI, es autor de una decena de las novelas. Títulos como 'Lo peor de todo' (1992), 'Héroes' (1993), 'Caídos del cielo' (1995), 'Tokio ya no nos quiere' (1999), 'Trífero' (2000 ), 'El hombre que inventó Manhattan' (2004), 'Ya sólo habla de amor' (2008), 'Sombrero y Mississippi' (2010), 'El bebedor de lágrimas' (2011) y 'Za Za, emperador de Ibiza' (2014). También de los libros de relatos 'Días extraños' (1994), 'Días aún más extraños' (2007) y 'Los oficiales' y 'El destino de Cordelia' (2009).

Como guionista ha colaborado con Pedro Almodóvar y Carlos Saura. Ha dirigido las películas 'La pistola de mi hermano', adaptación de su novela 'Caídos del cielo', y Teresa, el cuerpo de Cristo'. Loriga toma el relevo del argentino Eduardo Sacheri, que con 'La noche de la Usina' ganó la pasada edición del Alfaguara. La primera edición del premio se celebró en 1998, año en que distinguió exaequo al cubano Eliseo Alberto por 'Caracol Beach' y al nicaragüense Sergio Ramírez por 'Margarita, está linda la mar'. En estos veinte años, las novelas ganadoras han vendido más de dos millones de ejemplares.

Junto a Poniatowska y Neuman conformaron el jurado Eva Cosculluela, Juan Cruz, Marcos Giralt Torrente, Santiago Roncagliolo, Samanta Schweblin y Pilar Reyes, editora de Alfaguara, con voz pero sin voto. El premio incluye la publicación de la novela ganadora en todo el territorio de habla hispana.

De los 665 manuscritos aspirantes al premio, 305 fueron remitidos desde España, 107 desde Argentina, 91 desde México, 50 desde Colombia, 48 desde Estados Unidos, 23 desde Chile, 21 desde Perú y 20 desde Uruguay. Tras el fallo se anunció una modificación del calendario para la edición del próximo que se adelanta para fallarse a finales de enero de 2018. Fundada en 1964 por Camilo José Cela, Alfaguara, forma parte del Grupo Editorial Penguin Random House.