Camilo Escobedo, un Quijote del siglo XXI

Así comenzó a gestarse en la cabeza de Gabi Martínez 'Las defensas' (Seix Barral), el retrato de un personaje que simboliza también el devenir de un país. «Puede decirse que es un Quijote del siglo XXI, pero más duro y contundente. Escobedo me permite demostrar que la diferencia entre realidad y ficción es una cuestión de neurorreceptores, así que los límites entre una y otra los acaba poniendo el lector», cuenta el autor sobre el protagonista de su libro, un caso entre tres mil millones, un profesional que tras superar sus problemas se convirtió en un médico de referencia en su especialidad.

Al estilo de la gran novela americana, Martínez muestra la ambición de escribir algo que también se llamaría 'la gran novela española', escrita en Barcelona, pero que podría servir para retratar Madrid, Bilbao, Valencia o Sevilla. Alguien de la periferia del sistema, Camilo Escobedo o el propio escritor, intentando ejercer de «francotirador» o de «librepensador». «Quiero mostrar a través de un personaje contundente cómo la presión en la que vivimos puede llevarnos a unos cotas de descontrol enormes», señala Martínez.

«España es un país que tiene muchos quistes, que está enquistada, y eso le lleva de manera natural a la corrupción», agrega el autor, que describe en la novela un episodio de acoso laboral que muestra «cómo una persona puede aplastar a otra». El dibujo de un país a través de pequeñas historias es algo que Martínez repite durante la conversación. «La Corona española es la que financia los viajes de Humboldt, pero cuando este descubre las cosas de esa Corona que no le gustan y las denuncia, España le silencia. «Lo borramos porque nos recordó que dentro de las colonias esclavizábamos. Eso ocurre en España, que en lugar de asumir lo que no hacemos bien, nos regimos por un sistema de opresión que evita comprender a los que piensan diferente».

A su juicio, el antídoto contra la España negra es la cultura. «España vive en el ansiolítico del telediario, su ombligo es inacabable, está enfrascada en una dialéctica que le lleva a perder de vista lo que importa, la cultura acogida integralmente, sin la división izquierda-derecha», asegura el autor, que considera imprescindible un referéndum para Cataluña. «Es una cuestión de respeto», sentencia.

Leopoldo María Panero, el Mío Cid o Sergio del Molino transitan en el discurso de Gabi Martínez, que cita como referentes de su obra a Jonathan Franzen, a Foster Wallace, a Emmanuel Carrere, a Unamuno, a Narcís Oller, a las 'Memorias de Adriano' y a personajes literarios como Pijoparte, Watusi y Johnny Thunders, «tres sobrenombres de la periferia que han ayudado a construir Barcelona». Martínez es autor de 'Ático' (2004), 'Sudd' (2007), 'Solo para gigantes' (2011), 'En la barrera' (2012) y 'Voy' (2014).