Secciones
Servicios
Destacamos
Antonio Paniagua
Domingo, 10 de julio 2016, 00:48
Amy Stewart, conocida escritora de ensayos, se pasa por primera vez a la novela con Una chica con pistola (Siruela), una historia basada en hechos reales que supera con creces la ficción más sorprendente. Un western en toda regla protagonizado por la primera mujer que ... se convirtió en ayudante de sheriff y que consiguió meter en vereda a lo más rancio de la clase alta de Paterson, su ciudad.
Todo comenzó cuando Stewart encontró por casualidad en un periódico antiguo un artículo donde se hablaba de tres hermanas que habían chocado con el coche de un poderoso empresario local. Este hecho había desencadenado un grave enfrentamiento entre los protagonistas del accidente con consecuencias inesperadas. Stewart se puso a investigar y descubrió una auténtica historia épica llena de lagunas que pedía a gritos escribir una novela. Mucha gente escribe ficción histórica sobre figuras famosas de otras épocas, afirma la autora, pero es muy distinto sacar a alguien de la oscuridad e ir reconstruyendo sus vidas por primera vez.
Verano de 1914. Henry Kaufman, joven empresario de la ciudad, choca violentamente su coche contra una calesa conducida por Constance, Norma y Fleurette Kopp. Kaufman, en evidente estado de embriaguez, se niega a reconocer los daños causados, sabiendo que su posición social le mantiene a salvo de cualquier reclamación de las hermanas Kopp. Lo que no sabe este hombre pendenciero, machista y tozudo es que se las va a ver con una mujer mucho más tenaz que él, dispuesta a todo para conseguir que el empresario abone el importe de la reparación del carruaje.
Esta decisión llevará a las hermanas Kopp a sufrir todo tipo de amenazas, desde gritos e insultos intimidatorios, hasta lanzamiento de ladrillos contra sus ventanas, fuego e incluso disparos, un juego cruel llevado a cabo por Kaufman y sus secuaces. Para Constance, la hermana mayor, proteger a sus hermanas de esta violencia será prioritario, y lo hará como pocas mujeres se habrían atrevido a hacerlo en 1914.
Titulares de prensa
Stewart quedó fascinada por la personalidad de las tres hermanas Kopp y decidió sacar a la luz su historia olvidada. La hermana mayor, Constance, era la más heroica, añade Stewart, fue la que apareció en los titulares de los periódicos de todo el país y tuvo la trayectoria más revolucionaria. Pero también tenía algunas sombras, su pasado escondía algunos secretos atormentados. También Norma y Fleurette eran especiales a su manera: Norma era antisocial y muy criticona; Fleurette, en cambio, era dramática, estilosa y gamberra. Eran un trío fascinante. El accidente cambió el curso de sus vidas.
Constance se convertirá en una mujer sola ante el peligro, valiente y decidida que luchará por sus derechos sin dejarse amedrentar. Lejos de ceder a las amenazas, Constance acude al sheriff Heath, un hombre amable y profesional, que posee la decencia de la que carecen la gran mayoría de funcionarios de la época. Heath no dudará en apoyar a Constance en su demanda y en protegerla contra los matones de Kaufman.
A esta situación se vienen a sumar los crecientes conflictos laborales por los abusos del empresario y su supuesta relación con una banda mafiosa de la época, la Mano Negra. Constance descubre, además, que Kaufman ha tenido un hijo con una empleada de su fábrica y que la joven está intentado conseguir ayuda del empresario, ayuda que Kaufman también le niega. Esto hará que Constance se implique aún más en su lucha.
Así, cuando el sheriff le pide a Constance que siga adelante con el proceso, Constance acepta, sabiendo que para ello tendrá que enfrentarse a un pasado que creía haber olvidado, un pasado que había llevado a la familia desde su Brooklyn natal a la granja perdida donde viven las hermanas alejadas del mundo. El sheriff, ante la constancia y entereza de la señorita Kopp, tomará una decisión inaudita y convertirá a Constance en su ayudante: le enseñará a usar un arma y a enfrentarse a un juez, ambas situaciones inimaginables para una mujer de la época.
Tensión dramática
Narrada en primera persona, Una chica con pistola es una interesante novela que combina suspense, misterio y un irónico sentido del humor, una novela que mantiene la tensión dramática en un crescendo ininterrumpido hasta el magnífico final. El texto fluye con elegancia entre la realidad y la ficción, entre la trama policiaca y el pasado secreto de las hermanas Kopp.
Uno de los aspectos más interesantes de la novela es la gran fidelidad con la que la autora muestra el modo de vida de muchas mujeres de aquellos años, cuando el hombre era el eje central del entramado social, familiar y económico en el que la mujer era un mero apéndice doméstico sin ninguna relevancia. Maters quedó fascinada por la personalidad de las tres hermanas Kopp y decidió sacar a la luz su historia olvidada. La hermana mayor, Constance, era la más heroica, añade Stewart, fue la que apareció en los titulares de los periódicos de todo el país y tuvo la trayectoria más revolucionaria. Pero también tenía algunas sombras, su pasado escondía algunos secretos atormentados.
Tantos los precisos detalles históricos como la trama principal, cargada de tensión, tienen un perfecto contrapunto en el sentido del humor que impregna toda la narración. Una novela ágil y divertida que combina con maestría la novela histórica con la policiaca. El relato de una lucha por la justicia, por poner voz a quienes no la tienen.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.