La RAE completa su historia

En su sede, el noble caserón de la calle Felipe IV, se presentaba este lunes la segunda edición de la exhaustiva historia de la corporación escrita por Zamora Vicente. Ampliada, corregida y mejorada, se suma a la celebración de los tres siglos de existencia de la RAE, creada en 1713 y empeñada aún en limpiar, fijar y dar esplendor a la legua que compartimos 500 millones de personas.

Llamada a ser una obra de referencia, el libro se editada conjuntamente por la RAE y la Fundación María Cristina Masaveu Peterson. Actualiza la obra original de 1999 a partir de las anotaciones del propio autor y el aporte de los datos necesarios para llevar esta historia de la RAE hasta finales del año 2014. Recorre así los trabajos y la nómina académica desde sus orígenes a la actualidad.

Fernando Masaveu, presidente de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, fue el encargado de abrir el acto de presentación, presidido por el director de la RAE y director científico de la obra, Darío Villanueva. Se sumó el académico y filólogo Manuel Seco, que evocó la vida y la aventura intelectual de su colega y amigo Zamora Vicente.

Expresó Fernando Masaveu su satisfacción por poder sumarse a la conmemoración de los trescientos años de historia de la institución con esta nueva edición de la obra de Zamora Vicente, preparada con exquisito cuidado y convertida en "una obra de referencia puesta al día".

La fundación asturiana ya hizo posible en 2102 la edición facsímil del llamado códice Durán-Masaveu, un impagable compendio con escritos de toda índole, de puño, letra y tachaduras, de Félix Lope de Vega y Carpio. La joya bibliográfica, propiedad de la Corporación Masaveu, es un cuaderno de trabajo autógrafo que el Fénix de los ingenios completó entre 1629 y 1631. Tanto la RAE como la Fundación Masaveu verán reconocida su labor con la Medalla de Oro de Madrid que la ciudad les entregará el próximo 15 de mayo, día de San Isidro, patrón de la Villa y Corte.

Servicio final

Manuel Seco, compañero y amigo muy cercano de Zamora Vicente hasta el final de su vida, recorrió la biografía del filólogo "una buena atalaya -dijo- para observar el devenir de una parte fundamental de la vida intelectual del siglo XX". Recordó su memoria prodigiosa y el carácter cordial y amable de un intelectual que "fue el enlace entre los dos exilios".

Esta historia del RAE es para Seco "el servicio final" de Zamora Vicente a una institución a la que entregó buena parte de su vida y "la investigación más documentada de la historia de la RAE".

Darío Villanueva elogió la figura de Alonso Zamora Vicente, académico electo desde 1965, citando las palabras que le dedica en el prólogo de la obra. "En el elenco académico de la silla D, el oficio más genuino que singularizaba a Alonso Zamora Vicente era el de filólogo. Filólogo en el sentido etimológico y más completo del término: ante todo, amante de la palabra, pero también servidor de la ciencia que estudia una cultura tal y como se manifiesta en su lengua y en sus letras, principalmente -pero no solo- a través de los textos escritos" dijo Villanueva.

Fue Zamora Vicente para el director de la RAE "un filólogo de una pieza: hablante que escuchaba con toda atención; lector de literatura, que la escribía también; estudioso del lenguaje en todas sus manifestaciones, y entre ellas, la literaria". Destacó el director de la RAE "la importancia de la oralidad en toda la obra de un filólogo y un humanista que no trazaba fronteras entre lengua, literatura e intimidad".

Quiso reconocer Villanueva el papel de Mario Pedrazuela Fuentes, filólogo y documentalista, autor del libro 'Alonso Zamora Vicente: Vida y filología' que trabajó hasta el final de su vida junto a su maestro en todo el material de la segunda entrega de la obra que su autor no llegaría a ver. Pedrezuela fue el garante y ordenador de los papeles en los que Zamora Vicente trabajó entre 1992 y 2006 y que hicieron posible la feliz reedición.

Grafía y tecnología

El texto de la nueva edición se ha adecuado a las últimas normas ortográficas de la RAE. La ampliación da cuenta de los últimos catorce años, cruciales por los efectos de su renovación tecnológica y por el desarrollo y afianzamiento de la política lingüística panhispánica plasmada en todas las obras y publicaciones de la casa.

Además de un nuevo índice onomástico, se ha renovado tanto los elementos gráficos como al fotografías que enriquecen el texto. El desarrollo gráfico es obra del laureado estudio Sánchez/Lacasta.

Alonso Zamora Vicente se incorporó a la RAE en 1967, cuando tomó posesión del sillón D con un discurso titulado 'Asedio a 'Luces de Bohenia', primer esperpento de Ramón María de Valle-Inclán'. Fue elegido secretario perpetuo de la institución en 1971, y renunció al cargo 18 años después por motivos de salud. Presidió la Comisión Permanente entre 1974 y 1990.

Entre sus publicaciones destacan 'Garcilaso a Valle-Inclán' (1950); 'Lope de Vega. Su vida y su obra' (1961); 'Lengua, literatura, intimidad' (1966); 'La otra esquina de la lengua' (1995); entre otras. Recibió por su labor intelectual varios galardones, como el Premio Nacional de Narrativa, la Cruz de Alfonso X el sabio, la Gran Cruz del Mérito Civil y la Banda de Honor de la Orden de Andrés Bello.