Hemingway en Venecia

Inspirada en la novela homónima de Ernest Heming- way, narra la historia de un coronel del ejército norteamericano, Richard Cantwell (Liev Schreiber), que tras finalizar la II Guerra Mundial, los médicos le detectan una grave enfermedad. A modo de últimas voluntades regresa a Venecia a culminar su tránsito existencial. El encuentro casual con la condesa Renata (Matilde De Angelis) le brindará recobrar momentos de intensa emoción.

Un relato melancólico y romántico, planteado como una segunda oportunidad para el oficial que, en manos de la cineasta maña Paula Ortiz, reubica el texto y con la lucidez de un lenguaje visual al estilo años cuarenta construye un drama íntimo sobre el marco de una ciudad apagada y silenciosa.

Un hombre y una mujer se conocen en un entorno sereno y tienen por delante más de cien minutos para expresar sus dolores y grietas. Acuciante es el abismo del excombatiente que exorciza los rescoldos de la contienda mientras la chica aporta consuelo y cariño, dejando ver un lado feminista sensible.

La autora de 'Teresa' (2023) recurre al blanco y negro y al formato cuadrado clásico para la parte central de la película y filma en color y en perspectiva panorámica la escena a la que alude el título del largometraje. La textura grisácea de la fotografía, a cargo del sublime operador Javier Aguirresarobe, realza un ambiente sereno y apasionante.

Un paseo solitario que es antes de amor que de muerte, con un sesgo antibelicista y una densidad dramática que por su sentido formal y la sonoridad de sus diálogos recuerda el corpus estético de 'Casablanca' (1942) de Michael Curtiz. Y si no es, se le parece mucho.