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Los temas comienzan a fluctuar en la sección competitiva de la 69 Seminci y a mostrar su variedad de propuestas desde un prisma predominante como el drama. En esta edición el socorrido placebo está ausente y casi todo el material visto hasta ahora responde a ... tratamientos exigentes en la estructura y lenguaje. Lo cual no quiere decir que ceñirse a parámetros rebuscados y alambicados favorezca una narración atractiva y rompedora.
Lo intenta el cineasta asiático Yeo Siew Hua en su descorazonadora y algo confusa 'Stranger eyes' (2024), un drama angustioso acerca de la pérdida y la soledad. Este título concursó en el último festival de Venecia y en Valladolid sumió a los asistentes al pase de prensa en un molesto desconcierto.
La historia gira en torno a la desaparición del bebé de una joven pareja de Singapur. La intervención de la policía lleva el código al thriller pero el estilo costumbrista desvía la mirada hacia una visión trágica de la actual condición humana hipnotizada sobre el poder de la imagen y la demoledora soledad e incomunicación de los seres humanos. Una reflexión retorcida con la inspiración de La ventana indiscreta de Alfred Hitchock.
El tema de la mirada también está presente en la producción española 'La mitad de Ana' (2024), de Marta Nieto. Supone el debut detrás de la cámara de la intérprete de 'Madre', con la que guarda similitudes. Nieto es una actriz rigurosa para el choque, poderosa, pero vuelve a reincidir, con un ego nada disimulado, en el bucle de la maternidad y las dificultades que entraña. En este caso tiene que lidiar con su hija de ocho años, Sonia, que quiere ser chico y llamarse Son. Marta narra el proceso de adaptación a la identidad de género e integración de Son pero a la vez su personaje, Ana, pelea por su territorio como madre y la búsqueda de una fuga para salir del torbellino psicológico y emocional que le acecha.
Divertida y dolorosa, agridulce, con un guion muy bien escrito, la sorprendente 'Bob Trevino likes it' (2024), de Tracie Laymon, te sobrecoge por su sinceridad al hablar de una chica que busca en las redes sociales la figura de un padre que sustituya al egoísta y canalla progenitor biológico. La actriz Barbie Ferreira, como Lily, es el alma de la película y no sería nada extraño su premio de interpretación.
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