El Leiva más íntimo, entre vino y vino

El público asistió sentado en mesas que llenaban una de las salas de barricas y alrededor de las cuales había entre cuatro y seis sillas. Allí degustaron, mientras sonaba la música en directo, dos vinos.

En primer lugar intervino el director general de la bodega, Abel Torres. Explicó que están en plena vendimia y en estos momentos fermenta la mitad de la cosecha, algo que se notaba en el ambiente. También presentó los dos vinos que probaron los presentes, un blanco para refrescar, de viuras antiguas con verdejo, y un tinto crianza de tempranillo aderezado con garnacha y mazuelo.

A continuación salió al escenario Leiva que se encargó de las tareas vocales y de la guitarra acústica. Estuvo acompañado por un pianista (César Pop). Comentó que anteriormente sólo recordaba haber tocado de día en una ocasión. Se mostró aficionado al buen vino y entre tema y tema bebía de su copa e incluso brindó con el público.

Comenzó con 'Breaking Bad' y un sonido muy bueno que inundó la sala de barricas, ayer retiradas en su mayor parte, aunque alguna permanecía en las esquinas, a ambos lados del escenario. En la nave posterior por donde entró el cantante había 9.000 toneles.

Siguió 'La lluvia en los zapatos', 'Como si fueras a morir...', 'Electricidad', 'Animales', 'No te preocupes por mí', 'Terriblemente cruel', 'El gigante de Big Fish', 'El equilibrio es imposible' (de Iván Ferreiro), 'Gozilla' (en la que intervino su pareja, Maca), 'La llamada' y 'Lady Madrid'.