Pintura y amor

No es la primera vez que el autor de 'Violette' (2013) se interesa por la vida y obra de pintores a contracorriente que no por estar catapultados en la cima de los nombres más gloriosos de la pintura francesa pasaron desapercibidos. Es el caso de su trabajo en 'Séraphine' (2008), donde se ocupó de ilustrar el atípico arte de Séraphine de Senlis, una mujer solitaria, de carácter difícil, que antes de pasarse a los pinceles fue, entre otras labores, pastora.

En la filmografía de Provost, cuyas piezas se han podido ver en la cartelera comercial, abunda también una mirada profunda y cariñosa al universo femenino, revelando de un modo apreciativo, la constante lucha, entereza y valor de la mujer para pelear contra los prejuicios imperantes y hacer valer su gran aporte a la sociedad.

En el caso de 'Bonnard, el pintor y su musa', la acción se centra en quien fuera figura indispensable en el atrevimiento formal del pintor Pierre Bonnard (Vincent Macaigne), Marthe (Cécile De France), que se revela como algo más que una compañera. Una joven que le proporcionó al pintor, en los albores del siglo XX, el descaro voluptuoso para romper moldes en el retrato del sexo de la mujer, en lienzos que rozaban el escándalo en una época todavía timorata que dejaba esa fijación, considerada burda, para la plebe.

Porque Bonnard procedía de una clase acomodada, estudió leyes para complacer a su padre hasta que decidió cruzar la línea de la pintura y constituirse también en ilustrador y litógrafo. La película abarca desde 1893 hasta la fecha del fallecimiento del pintor en 1947. Deteniéndose en narrar la simbiosis sentimental y creativa de una pareja frívola y sensual que derivaría en cuadros provocativos y seductores y conduciría a momentos bellos y tormentosos.