El dolor de la verdad

Schrader es una figura clave del cine norteamericano de la década prodigiosa de los setenta. Los cinéfilos de aquella época lo pusimos en el radar gracias al impresionista libreto de 'Taxi driver' (1976) que filmó de manera eléctrica un jovencísimo Martin Scorsese. Se pasó a la dirección y desde entonces trabaja con cierta regularidad, muy activa en los últimos tiempos. Su pálpito atormentado y convulso lo extiende a sus personajes que buscan penitencia y aflicción para exculpar pasados de turbia inmoralidad y alcanzar una redención apaciguadora. 'El contador de cartas' (2021) y 'El maestro jardinero' (2022) son claros ejemplos de su cine más reciente, de turbadora mirada, a la que se une, como fin de un tríptico 'Oh, Canadá'.

Este título está inspirado en la novela 'Forgone', de Russel Banks, el mismo autor de 'Affliction', que Schrader adaptó consiguiendo uno de sus trabajos más rigurosos y emotivos. Utiliza el libro para articular otro guion sobre la culpa y la creación artística en torno a la confesión de un reputado documentalista, Leonard Fife (Richard Gere).

Fife padece una enfermedad terminal y admite en su casa a un equipo de rodaje compuesto de antiguos alumnos que desean entrevistarle para explorar su pasado como uno de los emblemas del cine político. Tirano y desagradable, apoyado por su esposa (Uma Thurman), el decrépito protagonista se somete a un interrogatorio que desvela cómo fraguó su prestigiosa carrera pero también sale a la luz su parte oculta, aquella que desea desvelar en forma de expiación antes de morir.