John Cleese asegura que no censurará 'La Vida de Brian' en su versión teatral

La lectura del guion de la sátira sobre la religión y la política, creada en la década de los setenta por el grupo cómico Monty Python y con gran éxito en los cines de muchos países, suscitó una advertencia por los actores reclutados en Broadway para la obra. Dijeron a Cleese que les gustaba mucho el guion, pero que «no conseguiría salirse con la suya en ese pasaje» en Nueva York.

Según el cómico inglés, él explicó lo ocurrido a la audiencia inglesa de un monólogo humorístico, en una gira que le llevará en las próximas semanas a Asia y Australia. Un miembro de esa audiencia habría dicho a un periodista del 'Mail' que Cleese cancelaría la escena y, tras la publicación de esa noticia, se extendió la falsa nueva por todo el mundo. La comicidad de la era digital es que nadie llamó a Cleese para confirmar la noticia.

Polémica con Kathleen Stock

La exposición en la Oxford Union de los argumentos de la filósofa Kathleen Stock sobre las cuestiones contemporáneas de género y sexo tuvo lugar este martes en la ciudad universitaria, a pesar de las protestas de grupos del movimiento LGBT. No hay humor en el debate en torno a Stock, que se sintió obligada a dimitir como miembro de la plantilla de la Universidad de Sussex como consecuencia de lo que ella califica como acoso. Un servicio de seguridad la protegió de posible violencia en su recorrido por las calles de Oxford. Fue innecesario, porque las protestas fueron pacíficas.

Los enojados con Stock la califican como transfóbica, pero la autora de 'Material Girls'(Chicas materiales'), apoya los derechos básicos de las personas que han cambiado su identidad sexual o su sexo. A expresarse y a no ser marginadas, por ejemplo. Pero en el libro escribe contra la idea de que un sentimiento personal sobre el género propio pueda tener primacía sobre el sexo biológico en el nacimiento.

Stock, nacida en la ciudad escocesa de Aberdeen, de 50 años, madre de dos hijos adolescentes, feminista y lesbiana, ha articulado de manera sistemática argumentos ya adelantados por la novelista J. K. Rowling y otros sobre la preservación de espacios para mujeres biológicas. Estudiantes de Oxford protestaron por la invitación a la Union, que es un club de debate, y 44 catedráticos pidieron, como también el primer ministro, Rishi Sunal, que la invitada expusiera sus ideas y contestase a las preguntas.