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'Casa Métropole', en Tourcoing. Vivienda desmontable de aluminio diseñada por Jean Prouvé en 1950. R. C.
Jean Prouvé, el domador de metales

Jean Prouvé, el domador de metales

Una muestra reivindica la arquitectura modular y social del gran renovador de la construcción en serie y el diseño de mobiliario en el siglo XX | El viaje de la artesanía a la tecnificación industrial del versátil creador francés se recrea a través de más 230 piezas en CaixaForum

Jueves, 4 de marzo 2021, 20:02

Su formación como herrero fue determinante en la carrera de Jean Prouvé, el diseñador, arquitecto e industrial francés que domó metales como el hierro y el aluminio. Una retrospectiva redescubre y reivindica ahora en CaixaForum Madrid la obra y el legado de este pionero y genial renovador de una tradición de la construcción metálica que se remonta a Gustave Eiffel y cuyas técnicas utilizaron y mejoraron grandes arquitectos actuales, como Renzo Piano. El italiano reconoce que no habría llevado a buen término el Centro Pompidou de París, que diseñó junto a Richard Rodgers, de no adoptar las osadas técnicas constructivas de Prouvé, un genial arquitecto sin título.

'El universo de Jean Prouvé. Arquitectura / Industria / Mobiliario' repasa la innovadora e influyente obra del creador francés y su provechoso viaje desde la forja artesanal del hierro hasta el alto diseño y la tecnificada industria metalúrgica que Prouvé revolucionó a mediados del siglo XX con el aluminio y el acero. Lo hizo con elementos prefabricados y novedosas técnicas que aplicó a la construcción de viviendas, factorías, mercados, escuelas o pabellones. También a unos muebles y enseres caracterizados por su resistencia, sencillez y ligereza. Pupitres, sillas, sillones, mesas o bancos que no han perdido hoy su vigencia y modernidad.

Jean Prouvé, arquitecto sin título y genial diseñador industrial. R.C.

Hasta el próximo 13 de junio, la muestra exhibe casi 240 piezas –146 originales– entre maquetas, planos, fotografías, documentos, dibujos y mobiliario procedentes de las colecciones de arquitectura y diseño del Centro Pompidou de París. Unos materiales donados al museo parisino por la familia del polifacético artesano devenido en autodidacta ingeniero y cuyo concurso sería determinante para la construcción del Pompidou.

El recorrido explica cómo Prouvé, que empezó como artesanal aprendiz de forja, pintor, grabador y escultor, se convirtió en un «industrial versátil, capaz de proyectar viviendas prefabricadas, estaciones de servicio y mobiliario con una marcada conciencia social». Así lo destaca Olivier Cinqualbre, comisario de la muestra junto a Marjorie Occelli, ambos responsables de los fondos arquitectónicos del Pompidou.

«Fue uno de los grandes innovadores del siglo XX e impulsó una arquitectura asequible y de calidad destinada al mayor número de personas posible», destacan los expertos. «Prouvé no se tenía por arquitecto, nunca dispuso del título ni del de diseñador industrial, y concebía sus obras no para persistir, sino como un gran elemento de utilidad social», insisten los responsables de una muestra que celebra el genio visionario de un creador que reivindicó la producción en serie con fines sociales y la capacidad de la arquitectura para «cambiar el mundo y la vida de las personas».

La exposición revisa cronológicamente la vida y la obra de Prouvé (París, 1901–Nancy, 1984), desde sus inicios en la década de 1920, hasta sus decisivos trabajos con algunos de los grandes arquitectos de la modernidad –como Robert Mallet-Stevens y Le Corbusier– en edificios con estructuras sencillas y fabricados en serie. «Todo objeto que se vaya a construir implica de entrada una idea constructiva totalmente razonable», decía Prouvé, que ponía la misma pasión en el diseño de una casa, una silla, un abrecartas o un picaporte.

Sencillez y elegancia

Se consideraba un industrial por encima de todo y se enfrentaba a la construcción de una vivienda del mismo modo que al diseño de sus muebles y objetos, en los que buscó siempre la sencillez, la elegancia, la economía de materiales, la resistencia, la durabilidad y la plena funcionalidad», destacan los comisarios. Legendarias son sus sillas de metal y madera como la 'Standard' (1934) -perfeccionada como silla 'Cafétéria'- la 'Dactylo' (1950), la 'Silla parvulario y pupitre biplaza' (1951), la mesa 'Centrale' (1953) o el sillón de reposo 'Anthony' (1955).

Pupitre de parvulario biplaza diseñado por Prouvé en 1951 R.C.

Su concepción social de la arquitectura y su talante pionero le llevaron a explorar nuevas técnicas y sistemas de fabricación que revolucionaron la construcción modular con hitos como las casas 'Métropole' (1950), la 'Coque' (1951) o 'Les Jours Meilleurs' (1956). En 1935 había proyectado el aeroclub Roland Garros, con una estructura metálica y de vidrio, y un año más tarde diseñaba la Casa del Pueblo y el mercado cubierto de Clichy, que hoy sigue abierto y activo. El 'Pabellón del Centenario del Aluminio' (1954), instalado en el Qay d'Orsay de París y totalmente desmontable, se considera su obra maestra.

«Hay que mostrar al público que la casa prefabricada es confortable y romper con la rutina», decía Prouvé, precursor también de las autocaravanas y cuya vertiente teórica, ensayística y pedagógica influyó en muchos arquitectos y diseñadores industriales.

El Pompidou vela hoy por la obra y el legado de Prouvé, cuyo criterio fue decisivo para la construcción del icónico centro cultural parisino. No en vano, presidió en 1971 el jurado del concurso internacional para el tecnificado edificio. Su nominación fue polémica por carecer del título de arquitecto, pero fue él quien apostó por el rompedor proyecto de Renzo Piano y Richard Rogers. Prouvé acompañó a los entonces jóvenes arquitectos en la construcción del singular edificio que marcaría un hito en la arquitectura del siglo XX. Piano diseñaría años más tarde la escenografía de la exposición 'Jean Prouvé constructor', con la que el Pompidou le homenajeó en 1990.

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