«Internet tiene la música secuestrada»
Carlos Núñez | Músico ·
El gaitero gallego regresa al Teatro Bretón con la gira homenaje a los 25 años de su legendario disco de debut 'A irmandade das estrelas'Secciones
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Carlos Núñez | Músico ·
El gaitero gallego regresa al Teatro Bretón con la gira homenaje a los 25 años de su legendario disco de debut 'A irmandade das estrelas'Quien no lo ha visto en directo no puede ni imaginar la energía que este artista concita sobre un escenario: emoción, entusiasmo, fiesta y música, música y más música. Carlos Núñez (Vigo, 1971) es el gaitero internacional que mantiene vivo el espíritu celta de los ... Chieftains y no deja de mezclarlo con todo tipo de música, clásica o moderna, desde Beethoven hasta C Tangana, con todo el sentido que le confieren su gran erudición, su curiosidad y la principal virtud de todo maestro: «Aprendo de todos». Ahora está de regreso con la gira homenaje 'A irmandade das estrelas', el disco que lo consagró en 1996 y lo llevó a tocar ante públicos de medio mundo y con los mayores talentos. Desde entonces no ha parado y, de nuevo en el Teatro Bretón (a las 19.30 h.) tres años después de su último gran concierto en Logroño, demuestra por qué nos es tan necesaria la música en vivo.
– En este tiempo ha escrito otro libro, ha desarrollado el proyecto Celtic Beethoven, ha sacado nuevo disco con colaboraciones de Rozalén, Andrés Suárez, Iván Ferreiro, Glen Hansard... Un tiempo provechoso, pese a todo.
– Así lo he intentado. Nuevo disco, misma filosofía, invitando a todo tipo de personas, gente muy joven con estilos muy diferentes pero que se está inspirando sin ningún tipo de complejos en la música tradicional, cosa que hace veinticinco años era muy difícil. Es la consolidación de un sueño.
ECLECTICISMO
LA INDUSTRIA
– ¿Cómo se siente al pensar que han pasado veinticinco años de 'A irmandade' y que usted acaba de cumplir cincuenta?
– Es increíble. Yo en mi cabeza tengo veintitrés. Cada vez que me subo a un escenario y empiezo a tocar... aún no me lo puedo creer. Es una alegría tan grande que aún no me puedo creer que sea posible esta magia increíble de dedicarte a la música y de transmitir esa energía. Cada vez que me subo al escenario vuelvo a ser un niño.
– ¿Cómo pudo tener aquel disco tanto éxito en los noventa después de la ruptura cultural con la tradición que supuso la Movida madrileña y, concretamente, su réplica en Vigo?
– La llave mágica fueron los Chieftains y que las estrellas se pusieron a favor. La gente conectó con la música celta en todo el mundo y las megaestrellas, también. Gente que hablaba de la música tradicional y celta como la base del rock. Pero en España no; los roqueros españoles escapaban de la tradición porque les sonaba al pasado inmediato, al franquismo. Pero veinticinco años después estoy viviendo aquí cosas que entonces viví en América: que los artistas se inspiran en sus tradiciones para hacer cosas nuevas. La última vez que hablamos tú y yo hablamos de Rosalía y yo te decía, que viene, que viene... Pues ya está aquí, ¿no?
– Ahora hay que hablar de C Tangana, pero antes quiero insistir en la filosofía del disco: una celebración con temas nuevos, con nuevas colaboraciones, pero el mismo espíritu: la hermandad. ¿Es ese el concepto básico, su forma de ser y de entender la música: mezcla de culturas y trabajo en equipo?
– Esa forma de trabajar en 'irmandade' es muy nuestro, muy del norte de España: mezclar culturas y hacer familia. Yo creo que es lo que hizo que España creciese del norte hacia el sur y después hacia Latinoamérica. La sabiduría y la capacidad de mezclar es uno nuestros mejores tesoros. La mezcla nos sale mucho más bonita que a los ingleses. Yo creo que es propio del mundo celta y del mundo atlántico: hacer algo en común disfrutando de las diferencias.
A irmandade das estrelas 25 aniversario
Músicos Carlos Núñez (gaita, flautas y ocarinas), Xurxo Núñez (percusión), Pancho Álvarez (guitarra atlántica y fídula), Jon Pilatzke (violín y 'step dance'), Bleuenn Le Friec (arpa clásica), Itsaso Elizagoien (trikitixa) e invitados
Teatro Bretón 19.30 h. (26, 22 y 19 euros)
– ¿Toda mezcla es válida? Me cuesta ver el trap como muñeira.
– Es una cuestión de actitud y de ritmo. En primer lugar, la mezcla en la música tradicional siempre ha existido, de hecho ha sobrevivido desde hace siglos gracias a su capacidad para adaptarse y para abrazar cada nueva moda: en la Edad Media, en la época de Beethoven, en el siglo XX y ahora, adaptándose al trap. En este último caso, es cuestión de ritmo. El trap tiene un 'beat' más lento que de pronto pasa a lo que llaman el 'triplet flow', una repetición de seis por ocho mucho más rápida que ya se usaba en la métrica del Barroco, solo que entonces se llamaba, fíjate que curioso, endecasílabo de gaita gallega, el 'bagpipe rithm'. El tema 'Guille asesino' de Tangana es como una pandeirada, un ritmo de muñeira.
– Es un entusiasta de los nuevos creadores y, en según que casos, insisto, me cuesta entenderlo.
– Hay gente muy buena haciendo cosas superinteresantes y aprendo mucho de ellos. Mis ídolos siempre fueron artistas mayores que yo: Paco de Lucía, Miles Davis, los Chieftains... santones que tenían la edad de mi padre. Ahora soy yo el que ha cumplido cincuenta y giro la vista hacia los más jóvenes y es superenriquecedor.
– Otro prejuicio por mi parte: cada vez se hace peor música. Es algo que seguramente han pensado todas las generaciones, pero creo que en este caso es diferente al menos por tres motivos: el abuso de la tecnología, la gratuidad de la música y la mimetización entre creadores para satisfacer los gustos que, a diferencia de otras épocas, ahora los desarrolla algo llamado algoritmo.
– Son tres cosas muy interesantes. La gratuidad es un gran problema en esta industria. Es una situación muy injusta. Hacer un buen disco es caro y resulta irrecuperable a través de los sistemas digitales. Las hipermegaestrellas pueden ganar mucho, pero ¿quién se lleva el beneficio del trabajo de la gran mayoría de músicos? Un ente llamado Internet. A veces tengo la sensación de que Internet tiene la música secuestrada.
– ¿Qué hay de las modas?
– Las tendencias, las modas y copiarse unos a otros... eso es algo que ha ocurrido siempre: una moda pasará y vendrá la siguiente. No me preocupa en exceso.
– ¿Y sobre la era del autotune?
– La tecnología en sí misma no me parece mal; me parece una herramienta más. Pero creo que llegará un momento en que la gente, igual que pide comida orgánica, también pedirá música orgánica: ese lujo verdadero que es músicos tocando juntos. Pero ahora estamos en un momento muy injusto para la música grabada, es insostenible; la estamos sosteniendo a pulso haciendo directo.
– Murió su mentor y amigo Paddey Moloney.
– A Paddy se lo llevó de tristeza: la depresión, la pandemia, no poder salir de casa... Pero es que además echaba mucho de menos la época de grabar discos todos juntos.
– Creo que le hicieron un funeral digno de un Chieftain.
– Fue impresionante; los irlandeses se ríen hasta de la muerte y siempre lo hacen con música. En Logroño también haremos nuestro homenaje a Paddey.
– Volver al directo ha debido de ser una verdadera necesidad.
– Absolutamente. El poder de la música es único y todos necesitamos recuperar esa increíble energía compartida.
– Esa es la gran hermandad.
– Esa es justamente la gran 'irmandade'.
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