La inaudita y pionera pasión americana del barón Thyssen

«Comenzó a comprar arte americano a principios de los 60, con obras de Pollock y Tobey, y en los 70 lo coleccionaba ya masivamente. Su interés fue de lo más contemporáneo a lo más antiguo y desdeñado», destacó Solana sobre los gustos del potentado industrial. Recordó que fue un «pionero en la revalorización de la pintura americana del XIX» y que, gracias a esta pasión por el arte estadounidense, «el museo Thyssen cuenta con la mejor y más importante colección de arte americano de Europa».

Se expondrá durante más de medio año en la remodelada primera planta del Thyssen, cuyas paredes han cambiado su característico color salmón por el blanco. La pinacoteca prepara un nuevo discurso museístico que reordena tanto la colección del barón como la de su viuda, Carmen Cervera, que se expondrá a partir de enero, si se cumplen los plazos, en la planta baja del palacio de Villahermosa. «Es un gran intento de reinstalar la colección del barón con los fondos de Carmen Thyssen y los de sus hijos», aclara Solana.

La colección americana del barón va de finales del XVIII a finales del XX. Alterna la pintura de los paisajes más clásicos con el expresionismo, la abstracción, el arte pop o el hiperrealismo. Combina obras de pintores desconocidos para el gran público -Thomas Cole, Frederic Church, George Inness, Winslow Homer, Theodore Robinson, William Merritt Chase y un largo etcétera- con obras de Jackson Pollock -cuatro-, Mark Rothko -con un óleo espectacular-, Edward Hopper -con su legendaria 'Habitación de hotel', símbolo de la soledad del ser humano-, Richard Estes, -su hiperrealista 'Cabinas telefónicas' es otro icono del arte contemporáneo- o Roy Lichtenstein y su 'Mujer en el baño'.

«Le hemos dado un revolcón a una colección inaudita para pasar de una división cronológica a una temática y transversal», explica la conservadora Paloma Alarcó, exjefa de pintura moderna del museo y comisaria de la muestra junto a Alba Campo Rosillo, de la Terra Foundation for American Art. «Me atrevo a decir, y lo hago delante de Guillermo Solana, mi jefe, que la colección del Thyssen ha estado muy estática en los últimos 25 años. Que ha llegado el momento de removerla un poco. Cada vez que un cuadro se mueve adopta nuevos significados», dijo Alarcó. Cuando la reordenación del museo culmine, los maestros antiguos estarán en la planta segunda, la pintura moderna en la primera y la planta baja se dedicará a la colección de Carmen Thyssen.

Las obras de 'Arte Americano' proceden tanto del propio museo como de las colecciones de la baronesa y de otros miembros de familia, como Francesca Thyssen, hija del barón y la modelo Fiona Frances. La exposición es el resultado de un proyecto de investigación desarrollado con el apoyo de Terra Foundation for American Art «para estudiar y reinterpretar estar pinturas con una nueva mirada temática y transversal a través de categorías como la historia, la política, la ciencia, el medio ambiente o la vida urbana, considerando aspectos de género, etnia, clase social, o idioma entre otros», asegura Alba Campo.

Las pinturas se han instalado entre las salas 46 y 55 de la primera planta del museo, organizadas en cuatro secciones temáticas: naturaleza, cruce de culturas, espacio urbano y cultura material. Secciones que se dividen, a su vez, en varios apartados en los que se van estableciendo diálogos entre cuadros de diversas épocas y autores, combinando el arte de los siglos XIX y XX.