
Raphael | Cantante
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Raphael | Cantante
«Aunque no hay nadie imprescindible, los artistas somos necesarios en estos tiempos»Si Raphael no es eterno no hay nadie que lo sea. En un mundo vertiginoso y voraz como el de la música popular él ... lleva casi sesenta y cinco años en lo más alto. Rafael Martos (Linares, Jaén, 1943) es el último de los grandes de la canción melódica española. Sigue en los escenarios y congrega multitudes de varias generaciones. Su gira 'Victoria' vuelve a traerlo a Logroño cinco años después de llenar Riojafórum en 2019 y poco antes, en 2017. En esta ocasión será en la plaza La Ribera, mañana viernes (a las 20.30 horas). Desde 'Yo soy aquel' a 'Escándalo', promete compartir su extenso repertorio de grandes éxitos inolvidables. Lo último en lo que piensa es en retirarse.
– De nuevo en gira por toda España. ¿Cómo se encuentra?
– Muy bien, cómodo y disfrutando, que de eso se trata.
– Acaba de actuar ante unos veinte mil espectadores en Valladolid.
– No está mal, ¿no?
– ¿Cómo se siente viendo que sigue teniendo el cariño del público y de varias generaciones?
– Hay de de todo, cinco generaciones. Es tremendo, una cosa milagrosa. Normalmente los artistas trabajan para su generación, porque pertenecen a ella, pero en mi caso se da esta cosa tan curiosa de reunir a cinco generaciones. Es tremendo, es muy bonito.
– Gira 'Victoria'. ¿Qué significa?
– Significa la celebración de tantos años en el escenario, más de sesenta. Eso es toda una victoria. Significa mi familia, mis amigos, mi público, tantos discos, tantos éxitos... Yo creo que es un nombre bien elegido.
– ¿Cuál ha sido su principal victoria?
– Mi conexión con el público.
– No es algo de lo que pueda presumir cualquiera: tener eso durante sesenta y cinco años.
– Y no sabes lo difícil que es. Tu puedes tener un éxito puntual una temporada, dos, tres, cuatro... Pero es que tener esta conexión con el público durante más de sesenta años es milagroso.
– También anuncia un nuevo disco para este invierno. ¿Cómo va a ser?
– Es el disco que tendría que haber hecho hace mucho tiempo porque quiero recuperar la música que a mí me gustaba cuando era un niño, un jovencito. Eran los míos, la música que me gustaba cantar sin saber entonces si yo sería cantante. Yo no me entiendo a mí mismo sin aquella música. Es la que habría grabado en mi primer disco, pero como se puso Manuel Alejandro por medio, pues empecé a cantar sus canciones. Al público le va a gustar mucho.
– ¿Habla de copla, boleros...?
– Eso no lo puedo decir hasta que no salga en noviembre.
– Manuel Alejandro, ya que lo menciona, ¿ha sido su autor?
– Es el músico más importante que yo he tenido junto con José Luis Perales y últimamente Pablo López. Manuel es un punto y aparte en todo.
– ¿Cómo ha sido volver a los estudios de grabación?
– Son muy diferentes ahora. Pero yo enseguida mi amoldo. Grabé en París. Me ha hecho mucha ilusión.
– ¿Le retocan la voz los ingenieros de sonido?
– ¿A mí? No, ¿por qué? (risas)
– Porque ahora se retoca todo.
– Pero retocarán a quien le haga falta. A mí no me hace falta... todavía (risas).
– ¿Cómo está de voz?
– Muuuy bien. Milagrosamente bien.
– Pero siempre mejor encima de un escenario, ¿no?
– Yo soy carne de escenario, sí, soy un artista para el directo.
– ¿Entiende que haya artistas encumbrados artificialmente?
– Bueno, todo tiene su tiempo. Eso siempre tiene una vida efímera. Los triunfos tan repentinos caen exactamente igual. Pero en este mundo cabemos todos. La gente auténtica y la que no lo es también tiene su momento.
– ¿Qué le parece hoy el mundo de la canción?
– Hay de todo. Hay gente muy buena y gente que no lo es tanto. Hay quien le pone mucho entusiasmo pero se queda en el entusiasmo.
– ¿Le gustan Rosalía o C Tangana... por ejemplo?
– Rosalía sí. Es muy especial.
– ¿Haría un dúo con ella?
– Pero sí yo ya he cantado con todo el mundo (risas). Por ejemplo, canto una canción de Pablo López que se titula 'De tanta gente'.
– ¿Cantaría un reguetón?
– No, eso no.
– ¿Diría que la canción melódica acabará con su generación?
– No, por ahí saldrá gente que la hará a su manera y la gente la aceptará.
– ¿Ve cantantes que hagan canción romántica?
– De momento, no. Pero todavía hay gente que sabe hacer las cosas bien.
– Sigue recibiendo discos de oro, el último creo que fue en junio, y sin necesitar plataformas de reproducción.
– Bueno, yo también estoy en plataformas. Me meten en todos lados.
– ¿Qué significa un reconocimiento así a estas alturas de su carrera?
– Me hace mucha ilusión, como siempre. Incluso te diría que los premios me gustan más ahora que antes. Tener un premio a estas alturas del partido es dificilísimo.
– ¿Sería más fácil tener un fracaso?
– Podría tener un descalabro, pero no sería definitivo. Lo definitivo es una carrera como la mía.
– Algún fracaso habrá tenido.
– Que yo haya sentido como tal, no. Pero, en fin, hay temporadas mejores que otras.
– ¿Qué significa el éxito?
– Es como un amigo que me acompaña a todos lados. Me cuida.
– ¿Se ha sentido libre de hacer todo lo que ha querido en cada momento?
– Sí. No ha sido fácil, eh. Pero lo vamos consiguiendo.
– ¿Algún sueño sin cumplir?
– No. Por lo menos, eso he intentado. Y, si alguna cosa no sale, que mira que es difícil con el empeño que yo le pongo a todo, lo dejo por imposible y a otra cosa.
– ¿Es ese su rasgo más distintivo, el empeño?
– Indudablemente.
– ¿Algún arrepentimiento?
– Cosas menores.
– ¿Algo que querría repetir?
– No. Lo hecho hecho está y está bien... todo lo bien que yo lo he sabido hacer, al menos.
– Demuestra satisfacción absoluta con su vida y su carrera.
– Yo soy una persona muy agradecida. Creo que tengo motivos sobrados para estar dando gracias todo el día. He tenido la vida que he querido tener, una familia maravillosa, un público maravilloso en todos los países... Es que si yo te dijera lo contrario sería, de verdad, demencial por mi parte.
– ¿Añora tiempos pasados?
– No.
– ¿No va con usted ser nostálgico?
– No, no va conmigo. ¿Ser más joven, quizás? No. Lo que tenía que hacer ya lo hice.
– ¿Cómo ve la vida a sus ochenta?
– Ochenta y uno. Pues con mucha preocupación por cómo está todo.
– ¿Qué le preocupa?
– La situación que hay en todas partes: las guerras, el clima, tantas cosas que yo no sé cómo van a encajar. Pero, en fin, con fe y con paciencia vamos encajando lo que podemos. Está lo cosa muy complicada, muy complicada.
– Esas son preocupaciones propias de un progresista.
– Pero es que es lo que hay. No vale ponerse una venda en los ojos. Todas esas cosas hay que arreglarlas, tenemos que arreglarlas.
– ¿La canción, el arte, la cultura en general, sirven de algo?
– De mucho. Aunque no hay nadie imprescindible, a nuestra manera los artistas somos necesarios en estos tiempos.
– Perdón por la impertinencia: ¿esta gira es una despedida?
– ¡No! Para nada, para nada.
– ¿No piensa en la retirada?
–No. Ojo, sé que algún día tendré que dejarlo.
– O eso o morir en el escenario.
– Sí. A ver, no literalmente (risas).
– Era una metáfora.
– No es cosa de morirse delante del público, pero sí seguir hasta el final. Cuando vea que tengo que quedarme en casa me quedaré, pero, de momento, no. Y, además, de momento laaargo.
– ¿Cuál ha sido su gran noche? ¿O esa siempre está por llegar?
– Siempre está por llegar. Soy de esa forma de pensar y eso es bueno.
– ¿Cuál sería su última canción?
– Todas, todas. Cualquiera de mi repertorio. Son tantas... Si las canto es porque me gustan.
– ¿Qué palabra define a Raphael?
– Fuerza de voluntad.
– Entonces, hasta la próxima.
– Hasta siempre.
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