«La IA nos sorprende a diario, pero no hay mayor inteligencia que la humana»

Mateo Valero, director del Barcelona Supercomputing Center (BSC), abordará el viernes 17 de enero en Aula UNIR (12.30) el potencial de la inteligencia artificial y la supercomputación, así como los retos que se plantean. Valero señala que el BSC supone un punto de encuentro entre ciencia y sociedad. «La ciencia solo es válida si resuelve problemas de la sociedad», asevera.

– ¿Qué son los supercomputadores y cuál es el trabajo que desarrollan en el Barcelona Supercomputing Center?

– El BSC es un centro de supercomputación que fue creado en colaboración con el Gobierno de España, el Gobierno de Cataluña y la UPC (Universitat Politècnica de Catalunya). Los tres organismos empezaron a colaborar en 1985 con un centro más pequeño y veinte años después se creó el Barcelona Supercomputing Center. Se ha convertido, además, en un punto de encuentro entre la ciencia y la sociedad. Intentamos hacer investigación que ayude a la sociedad a resolver problemas.

– ¿Cuál es el trabajo de un centro de supercomputación?

– Grosso modo, realiza investigación utilizando supercomputadores. Y estos no son más que los computadores más rápidos del mundo, que se construyen haciendo que muchos procesadores –cada uno con su memoria– se puedan intercambiar información a muy alta velocidad.

– ¿Cómo puede ayudar la inteligencia artificial con todos esos datos que manejan los supercomputadores?

– La inteligencia artificial reconoce patrones. Cuantos más datos haya visto, cuando se le presente uno nuevo, mayor será la probabilidad de que reconozca que lo ha visto antes. Hasta el día de hoy, la contribución más grande que ha hecho la IA a la ciencia ha sido la de, dada una secuencia de aminoácidos, predecir la estructura en tres dimensiones de las proteínas que generarán esa secuencia. Ha abierto un campo enorme para la ciencia para, entre otras líneas, buscar nuevos fármacos y llevar a cabo una medicina de precisión.

– ¿Cuál es su potencial?

– Sobre la inteligencia artificial hay discusión acerca de si pueden crear máquinas más inteligentes que el ser humano. Hasta ahora no ha sido posible. La IA nos sorprende cada día, pero nada tiene mayor inteligencia que el ser humano. Hace cosas que la inteligencia humana también haría, aunque le costaría más tiempo.

– Es necesario abordar el tema de la ética y la inteligencia artificial. ¿Son conceptos que deben ir siempre ligados?

– En toda tecnología que tenga un doble uso –y casi todas lo tienen– el aspecto ético es fundamental. Podríamos hablar, por ejemplo, de la energía atómica, que desgraciadamente sirvió para matar a miles de personas en Hiroshima y Nagasaki, pero por otro lado ha servido para salvar muchas vidas en los hospitales. La inteligencia artificial está tocando datos que pueden ser muy sensibles. La ética debería ser la asignatura primera en cualquier carrera universitaria y más en las científicas y en aquellas donde la gente vaya a hacer dispositivos en los que gracias a la IA puedan tener un doble uso, ya que mal utilizados pueden hacer mucho daño.

– ¿Cuáles son los retos que pueden plantear los datos masivos, los supercomputadores y la inteligencia artificial?

– Los investigadores no tienen ahora ninguna excusa para no soñar. Pueden, entre otros cometidos, estudiar el cambio climático, buscar nuevos materiales o nuevas formas de energía verde o llevar a cabo una medicina de precisión, como por ejemplo crear el clon digital del cuerpo humano, donde tengamos representaciones virtuales de cada uno de nosotros, que quizá sea el reto mayor que existe a nivel mundial y que, sin duda, va a mejorar realmente la forma de hacer medicina.

– El uso de supercomputadores conlleva un gran uso de energía, de ahí el poder desarrollar microchips potentes que consuman menos. Dentro de los proyectos del BSC está el de diseñar y fabricar microchips competitivos ¿En qué punto se encuentra Europa?

– Cuando diseñamos supercomputadores el problema más grande que tenemos es el de poder reducir la energía que consumen. No obstante, las operaciones que hacíamos hace once años gastan hoy 33 veces menos. Además, cuando uno ve los supercomputadores que hay en Europa, ninguno de ellos lleva chips europeos; dependemos totalmente de los americanos. En el BSC llevamos 15 años en ello, pero tardará un tiempo, porque los americanos nos llevan mucha ventaja.

– El BSC lidera el diseño de chips para supercomputadores. ¿Está captando talento?

– En España tenemos el mejor centro de supercomputación de Europa. De las 1.230 personas que estamos en el BSC, el 35% son de 60 países. Los jóvenes quieren ir donde estén los mejores y por eso estamos orgullosos de que cada vez quiera venir más gente a trabajar en el supercomputador.

• Temas
• UNIR
• Inteligencia artificial