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El ceramista navarretano Toño Naharro expone hasta el 1 de mayo en la galería Espacio Primavera de Madrid. La muestra, titulada 'En torno a la azotea', ya se pudo ver, en parte, en la feria Sculto de Logroño y fue precisamente allí donde la galería madrileña, también presente, se interesó por la obra del artista riojano. Con formación de alfarero artesano, Toño Naharro ha forjado paralelamente una línea artística en su trabajo que empezó a eclosionar hace años y ahora se afianza. Y es que, entre medio, también expuso 'Con-torno' en la bodega FyA de Navarrete, antes, en 2018, ganó el Premio 'Pieza Única' de la feria Nace y ha sido seleccionado para la XV Bienal Internacional de Cerámica de Manises que se celebrará este mismo año.
'En torno a la azotea' es, por una parte, una colección de vasijas, recipientes clásicos elaborados con nuevos materiales, lo que propicia un cambio en la textura y mayor expresividad en la pieza. Todo esto ha conllevado una investigación para combinar la materia prima y también su temperatura de cocción en el horno. El gres, la ceniza de haya, lajas de pizarra, tierra blanca, caolín, cobalto, óxidos de manganeso y porcelana son algunos de los materiales presentes en esta exposición que se puede ver en la galería especializada en escultura de Madrid.
En esa mezcla entre la tradición y la vanguardia Naharro también aporta, por otro lado, una serie de cabezas con la 'azotea' abierta, simbolizando diferentes pensamientos. «Siempre he buscado caminos diferentes, hacer escultura desde el torno. Las piezas siempre nacen ahí, con el volumen, y luego las acabo en la mesa. No conozco a nadie más que lo haga. Yo uso las herramientas que mejor manejo y conozco», explica el ceramista navarretano. Por eso mismo considera importante que un alfarero tradicional, antes que un artista contemporáneo, exponga en la única sala dedicada exclusivamente a la escultura en Madrid. «Espacio Primavera mueve muchos artistas plásticos que se dedican a la escultura, así que es una ilusión y orgullo. Y hacerlo en Madrid, para cualquier artista, es importante porque tiene mucho flujo de visitantes», confiesa Naharro.
En cuanto a su obra más reciente, la que expone en la serie 'En torno a la azotea', explica que es fruto de probar materiales, unos que funcionan y otros que no, que propician piezas sin fuerza, sin la potencia que busca. «Creo que no he acabado con esta serie todavía. He disfrutado preparando esta exposición, aunque la he tenido que hacer muy deprisa, porque se adelantó, y se me han quedado muchas ideas en el tintero. A veces, de diez ideas funcionan cuatro, pero tengo que seguir. Cuando ya no sabes qué decir es cuando tienes que parar», señala Naharro.
De su obra más reciente llaman poderosamente la atención, sobre todo, las cabezas, piezas de cerámica aparentemente frágiles por el material pero con gran fuerza expresiva. «Con las cabezas puedo contar las cosas que nos pasan a todos. Hablo mucho de la actualidad y de sostenibilidad», describe Naharro.
El artista destaca una pieza en la que un ascensor sale de la testa. Se titula 'Vendo piso en Kiev', un homenaje a los refugiados. «La estaba haciendo cuando estalló la guerra y tenía pensado expresar lo que piensas cuando ves un edificio derruido, las historias que contenía cuando ves las baldosas rotas por el suelo o parte de una habitación, pero le di la vuelta y quise hacer eso otro», reconoce Naharro. Y, parafraseando a aquella cita de Picasso sobre las musas, concluye: «Cuando algo te remueve, si te pilla trabajando, le das la vuelta».
En la pieza 'Cabeza horno. Donde se cuecen las ideas' Toño Naharro ejemplifica toda su producción artística. Es una cabeza rematada en la cúpula con un horno alfarero. «En un piso inferior puede verse la boca de alimentación de la caldera, desde donde se da el fuego necesario. Hasta llegar ahí hay que trepar por la escalera que tiene su entrada en la base del cuello», explica el catálogo de la muestra. Todas las cabezas parten de la misma base y divergen en la expresión y los pensamientos que expiden, a menudo con añadidos de metal como el acero. Otra explicación, la de la obra 'Arriba y abajo', intenta dar luz a una paradoja: «Cuando queremos recuperar nuestro descuidado presente, que augura un no futuro, intentamos apoyarnos en un causal pasado que casi no entendemos, pero que pretendemos vender como una grande y sublime historia».
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Clara Alba y José A. González
Alberto Gil | Logroño
Juan Cano, Sara I. Belled y Clara Privé
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