Holika festival 2023

Los 'holikers' emprendieron la vuelta a casa con la mochila llena de conciertos épicos

A los 'privilegiados', por aquello de vivir a no muchos kilómetros de Calahorra, se les iluminaba la cara cuando después de cuatro días fuera de casa veían llegar a su madre. No es que la que la hubiesen echado de menos, sino porque llegaba relajada en el coche con un 'pase directo' a la cama de su dormitorio. Los bártulos rápidamente se colocaban en el maletero, y en menos de un minuto, el 'niño' y su cuadrilla se dormían en los asientos.

A Miren y Daniela, dos amigas de Vitoria, les esperaban sus progenitores en casa. Ellas volvían en autobús y hacían tiempo hasta su salida sentadas en el bordillo de la estación a las once de la mañana. Agotadas y sin apenas voz, repasaban su paso por el Holika y conversaban de lo verdaderamente importante cuando acabas de cumplir la mayoría de edad. ¿Las elecciones del día 23? Ni de lejos. Antes que el voto está la ropa, el móvil, el vídeo ese con tantísimos 'likes' de TikTok, el último tema de Eladio Carrión...

La quinta edición del Holika «ha estado muy bien», pero como les ocurrió a su llegada al recinto del festival, ahora tienen que esperar unas cuantas horas para coger el autobús a Vitoria. «Hasta las siete de la tarde no sale», se resigna Miren, que recuerda entonces que uno de los puntos a mejorar en el próximo festival es la apertura de la zona de acampada.

«La entrada fue terrible», resume con la poca voz que le queda después de tres días y cuatro noches de fiesta. «Se desmayaron cuatro personas, porque estuvimos esperando de pie desde las tres de la tarde con todo el sol encima», continua. Las puertas del camping, prosigue, las «abrieron a las cuatro y nosotras entramos a las ocho». «Pero es que otras amigas nuestras entraron a la una de la madrugada», termina el relato de la parte menos bonita de la experiencia, para la que piden «una mejor organización». La parte artística del festival la valoran, por otro lado, como muchos 'emojis' sonrientes. «Mora, Eladio Carrión, Al Safir y Rels B», los señalan como sus favoritos del escenario Negrita.

Dos patrullas de la Guardia Civil entran en ese momento en la estación y dan una vuelta. En principio, todo en orden, como parece que ha ocurrido con la celebración del festival. A falta de conocer los datos que maneja la Guardia Civil sobre incidencias y seguridad, en principio no ha trascendido ningún suceso relevante. A excepción de un puñetazo que propinó el rapero madrileño Denom a un joven del público en el concierto que ofreció en la madrugada del domingo.

En el interior de la estación de autobuses otras tres jóvenes vitorianas están acomodadas entre un montón de bártulos, esperando también a que el tiempo pase rápido para poder volver a casa. «Nos lo hemos pasado muy bien», aseguran las tres chicas, que están dispuestas a repetir el próximo verano. De quedarse con un concierto de los que se han podido disfrutar estos cuatro días coinciden en destacar el del madrileño Al Safir.